Durante el desfile de Acción de Gracias en Nueva York, una niña de tres años se suelta sin querer de la mano de su padre. Meses después continúa sin aparecer. Una periodista y un policía de cierta edad son los únicos que continúan interesándose por el caso. Cinco años después dejan en el buzón de su padre una cinta de VHS con un minuto de grabación de la pequeña, jugando en una habitación.
Autor: Javier CASTILLO – Editorial: SUMA. Madrid, 2020. – Páginas: 512 – Género: Literatura, thriller. Público: General
En la presentación de este libro, el autor pide expresamente a los críticos y a los lectores que no desvelen del libro nada más que lo justo al hacer la sinopsis del mismo, y espero haber respetado su voluntad en la entradilla de esta reseña. Aunque una vez leído el libro creo que se podría avanzar más, porque toda la trama está tejida de una forma que anima al lector a seguir leyendo.
Javier Castillo (Málaga, 1987) es uno de los jóvenes escritores españoles de más éxito. Autodidacta, publicó su primera novela directamente en la plataforma de Kindle, y tuvo un éxito rotundo. Lleva vendidos más de 650.000 libros, a pesar de que la crítica y las editoriales le dieron la espalda en sus inicios. Éste es su cuarto libro, en el que aparece un escritor más maduro, profundo, y ya posiblemente consagrado.
Trata un caso, por desgracia, más común de lo que pensamos: una niña perdida en una gran ciudad durante un desfile, y que no regresa con sus padres, a pesar de los esfuerzos de la policía y otros voluntarios por encontrarla. El autor construye con ello una historia cuya fuerza, en mi opinión, está sobre todo en los personajes protagonistas: la periodista voluntariosa y decidida, para quien la búsqueda es también una oportunidad de resolver un hecho trágico de su vida; los padres que no son capaces de pasar página, y su vida pasa a estar perdida y desaprovechada… No va muy lejos con el policía, lo que es una lástima, porque podía ser un personaje muy potente; pero no va a tenerlo todo.
El ritmo de la novela avanza conforme nos va situando. Precipita, sin embargo, un poco el final; es interesante, pero no es de lo mejor de la novela.
En la presentación de este libro, el autor pide expresamente a los críticos y a los lectores que no desvelen del libro nada más que lo justo al hacer la sinopsis del mismo, y espero haber respetado su voluntad en la entradilla de esta reseña. Aunque una vez leído el libro creo que se podría avanzar más, porque toda la trama está tejida de una forma que anima al lector a seguir leyendo.
Javier Castillo (Málaga, 1987) es uno de los jóvenes escritores españoles de más éxito. Autodidacta, publicó su primera novela directamente en la plataforma de Kindle, y tuvo un éxito rotundo. Lleva vendidos más de 650.000 libros, a pesar de que la crítica y las editoriales le dieron la espalda en sus inicios. Éste es su cuarto libro, en el que aparece un escritor más maduro, profundo, y ya posiblemente consagrado.
Trata un caso, por desgracia, más común de lo que pensamos: una niña perdida en una gran ciudad durante un desfile, y que no regresa con sus padres, a pesar de los esfuerzos de la policía y otros voluntarios por encontrarla. El autor construye con ello una historia cuya fuerza, en mi opinión, está sobre todo en los personajes protagonistas: la periodista voluntariosa y decidida, para quien la búsqueda es también una oportunidad de resolver un hecho trágico de su vida; los padres que no son capaces de pasar página, y su vida pasa a estar perdida y desaprovechada… No va muy lejos con el policía, lo que es una lástima, porque podía ser un personaje muy potente; pero no va a tenerlo todo.
El ritmo de la novela avanza conforme nos va situando. Precipita, sin embargo, un poco el final; es interesante, pero no es de lo mejor de la novela.
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