Novela formada por un conjunto de historias de diferentes personajes, en distintos periodos de tiempo: Omeir y Anna viven la conquista de Constantinopla por los turcos en 1453; Zeno empezará a estudiar el griego antiguo cuando cae preso en la guerra de Corea; Seymour es un niño problemático e idealista, en la época actual; y Konstance vive en una nave espacial, camino de un nuevo planeta, en el futuro. Todos ellos han tenido que ver con un libro, escrito en la antigua recia, y que narra un viaje de fantasía del propio autor.
Autor: Anthony DOERR – Editorial: SUMA INTERNACIONAL. Barcelona, 2021 – Páginas: 688 – Género: Costumbrista, ciencia-ficción – Público: General
Anthony Doerr (Cleveland, Ohio,
1973) es un escritor y periodista norteamericano, no muy conocido en España.
Durante años cultivó solamente la faceta de autor de relatos breves, que con el
tiempo se editaban en libros de colecciones. No fue hasta 2014 que publicó su
primera novela La luz que no puedes ver, con la que ganó el prestigioso
premio Pullitzer de ficción, y fue el libro más vendido del año, además de ser
elogiada por la crítica, y aclamada como un “clásico instantáneo”. En 2016 vio
la luz Sobre Grace, y este año 2021 es el que corresponde a Ciudad de
las nubes.
Ahora me corresponde intentar
hacer un pequeño resumen del argumento del libro. Pero me resulta imposible.
Hay varias tramas entrelazadas, y reconozco que al principio me costó seguir el
ritmo de la novela. A mí particularmente me resultó muy entretenida la trama en torno a
Constantinopla: el niño que supuestamente nació endemoniado, que va creciendo hasta
aparecer como parte de la toma de la ciudad por los turcos; y la niña huérfana
e indomable, que aprende a leer por pura constancia. La de la nave espacial me
dejó, al principio, un poco más frío, hasta que un acontecimiento provoca un
giro que transforma a la joven protagonista...
El libro es un homenaje al poder
de la palabra escrita, a la fuerza de las historias bien contadas y con
contenido. Todas las tramas están entrelazadas como hilos de un tapiz, cuyo cañamazo es la historia recogida en un libro (inventado
por el autor) de un conocido escritor griego (éste no es inventado, se llama
Antonio Diógenes). Con esto, el novelista nos propone que esas historias
clásicas, después de tantos años, tienen y seguirán teniendo un atractivo
especial para cualquier persona, porque tratan de los anhelos, las ilusiones,
las vicisitudes, las inseguridades… la humanidad, en definitiva. Y ésta, por
más que vivamos en una nave espacial, no cambia, ni va a cambiar.
En cuanto a la técnica narrativa, me resulta prodigioso cómo el autor ha conseguido conectar las diferentes historias, hasta convertirlas en una. Sí, puede que alguna fuera un poco más floja que otras, y se valiera de artificios (como el romance homosexual de uno de los protagonistas, casi platónico) para mantener la tensión del cuento. O resultara un poco forzado el personaje de Seymour, un niño verdaderamente difícil. Pero son como los nudos de un tapiz: quedan por detrás. El resultado de tanto trabajo hay que verlo por delante: una obra maestra en forma de libro, tremendamente aconsejable para los amantes de los buenos libros, por extensos que sean.
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