En una comarca del norte de Palencia, se
encuentran en la romería del Carmen de 1936 distintos personajes y familias.
Entre las familias de los dos médicos de la comarca, don Honorio (falangista) y
don Arcadio (republicano) siempre ha habido gran amistad, y ahora parece que
habrá romance de sus respectivos hijos Esperanza y Lucas. Más avanzada está la
relación entre un hermano de Lucas, Gabriel, y otra chica del pueblo, Mariana.
Pero todas estas ilusiones se ven truncadas cuando, dos días después, triunfa
el Alzamiento militar contra la república, dividiendo pueblos, familias y
amores.
Autor: José Mª PÉREZ, “PERIDIS” - Editorial: ESPASA. MADRID, 2021 – Páginas: 316 – Género: Costumbrista. Público: Adultos
Me gustaría
decir en voz alta algo que no he dicho nunca: ¡Hay que recordar, señores, que
la guerra civil en España terminó en 1939! ¡Hace, ahora, 82 años! Es cierto que
después de la guerra, aún estuvo Franco al mando de este país hasta 1975. Y que,
durante todos estos años, las generaciones que nos precedieron han hecho un esfuerzo
muy grande por el diálogo, la comprensión y el acuerdo, y que todo ello
cristalizó en la constitución de 1978. Que tiene aciertos y errores, pero que
es una herramienta que nos ha permitido un periodo de paz, que ya es más
extenso que el surgido de la guerra civil.
Bueno, pues
parece que hay algunos que aún no se han enterado. ¡Qué pena! Y por eso este
libro, que podría ser extraordinario, se queda, para mí, en bastante interesante:
porque quiere ser un libro de exaltación de la concordia y la amistad… siempre
que el bando vencedor de la guerra reconozca que ellos tuvieron la culpa de
todo, que todo lo hicieron mal, y que en España hay paz ahora a pesar de ellos.
Peridis (Cabezón
de Liébana, 1941) es un hombre que casi no es necesario presentar. Arquitecto,
ilustrador, humorista e historiador, un hombre renacentista en pleno tercer
milenio. En 2014 publicó su primera novela, y El corazón con que vivo,
la última, fue premiada con el Primavera de novela 2020. El libro novela
una historia real, que él conoció casi de primera mano, ya que nació y pasó su infancia
por los valles donde transcurre la acción del libro. Son distintos recuerdos
familiares entrelazados, hermosas historias de amor de época entremezcladas con
la dura realidad de un país en guerra. Bien contadas, además, por alguien que
sabe manejar bien el castellano, y con cierta mano para contar historias. Pero…
Pero su libro queda
como una historia de reconciliación, que no es tal. Al autor se le nota
demasiado su ideología radical de izquierda. La intenta ocultar, pero no puede.
Se le aprecia un rencor de fondo, una amargura que no casa con la
reconciliación con la que los demás han intentado pasar página. Para él, los
republicanos hicieron todo bien, y los nacionales dieron un golpe de estado
porque no son capaces de aceptar la libertad de los demás. Como si no fueran ya
públicos y notorios los desmanes que la izquierda de la época estaba realizando
en España, y que el país estaba destrozado en muchos aspectos. Claro que alguna
jerarquía de la iglesia española calificó la guerra civil como una cruzada;
pero hay que explicar que la izquierda estaba incendiando conventos e iglesias
por todo el país, asesinando religiosos y sacerdotes, y muchos laicos por el
hecho de ser católicos…
El libro está
salpicado, aquí y allá, de críticas a los que no piensan como él. El único
sacerdote que aparece es un ser ridículo, y su visión tan trasnochada que da
hasta risa. Hay una conversación extensa con el médico falangista, que da pena
leerla. Además, los falangistas que aparecen en el libro parecen no querer la
reconciliación, como sí la quieren los nacionales….
¡Qué pena de
libro!, porque está muy bien, pero se le ve tanto el plumero…
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