Miguel Bosé narra la primera parte de su vida, desde su nacimiento hasta su subida al estrellato, tras una actuación en Florida Park retransmitida por Televisión española en 1977. Dedica casi tres cuartas partes del libro a su infancia. Hijo de dos personajes famosos, su vida no fue un lecho de rosas: las desavenencias entre sus padres, el haber sido criado sobre todo por la Tata y la ausencia casi absoluta de su padre. Habla de su relación de infancia con tantos, tantísimos personajes famosos, desde Pablo Picasso a Luchino Visconti, la flor y nata de la jet-set española e italiana.
Autor: Miguel BOSÉ – Editorial: ESPASA. Madrid, 2021–Páginas: 488 – Género: Autobiográfico – Público: Adultos
Yo tenía diez años
cuando en 1977 un joven muy guapo, muy moderno, con gestos un poco amanerados
para la época y vestido muy raro apareció en la tele cantando canciones con
muchísima marcha, que enseguida saltaron a los primeros puestos de las listas
de éxito: Linda, Mi libertad… No digamos al año siguiente, con Don
Diablo… aún recuerdo la letra. Es verdad: Miguel Bosé marcó mi infancia,
como tantos otros artistas. Musicalmente hablando.
La curiosidad, y el interés en
poder publicar una reseña, son los que me llevaron a leer su autobiografía. O lo
que como tal se vende; anuncio ahora que debe ser un primer tomo de Memorias,
porque se termina cuando comienza su carrera de cantante, con veintiún años
recién cumplidos. Que nadie busque información sobre su situación matrimonial,
su divorcio, o su negacionismo en cuanto al COVID-19 (es curioso que hasta su
madre murió de esa enfermedad, y lo sigue negando).
Lo primero que debo que decir es
que he revisado si algún otro escritor le echó una mano en su redacción, porque
el libro está extraordinariamente bien escrito. Te traslada a los lugares donde
se desarrolló su infancia, con un gran despliegue de términos y expresiones
llenos de cariño por Villa Paz, la inmensa finca de su padre en la Mancha, o la
finca La Virgen en Andújar, o su casa de Somosaguas. Las descripciones de las
fincas, las casas, la fauna y la flora son muy completas – un poco largas en
ocasiones, pero se acepta –, facilitando que acompañes a Miguelito durante
todos esos años.
Después… ¡Qué pena me dio, todo
el libro! No es un libro triste ni mal escrito: es una infancia durísima,
lastrada por ser hijo de un padre groseramente rico, pero cuyo único valor
moral era el que le enfrentaba al toro; una madre como imaginamos a
una italiana, fogosa y encendida, apasionada… en todos los aspectos de la vida.
Un matrimonio pasional de dos guapísimos famosos del Régimen, ambos sin escrúpulos.
Miguel Bosé, como el mayor de tres hermanos, sufrió lo indecible la pésima
situación conyugal de sus padres. Y creo que todos podemos darnos cuenta: ¿cómo
iba a salir alguien normal en semejante coyuntura?
Eso sí, cuenta los muchos y buenos
amigos que tuvo en su infancia: compañeros de colegio, algunos familiares… Esas
amistades que todos sabemos son para siempre, y muchos conservamos. Quizá es la
luz en la infancia del joven Miguelito. Hijos e hijas de familias de renombre,
pero niños al fin y al cabo, que consiguen de vez en cuando desconectar a los muchachos
Bosé del círculo vicioso de su casa. Y no nos olvidemos de la conexión a tierra
que tuvieron siempre: la Tata, que vino con ellos de Saelices, y que fue capaz
de enfrentarse a los padres cuando era necesario.
Miguel Bosé es artista, en el
sentido más pleno de la palabra, y nace de dos artistas. Pero también es un
personaje cuyo padre llegó a resultarle odioso. En todos los choques entre su
madre y él, el joven Miguelito toma partido por ella. Su padre (que era
bastante bruto, la verdad) se nos hace despreciable. Pero visto como lector, yo
lamento mucho su infancia, en traje de seda, sí, pero con pinchos por dentro.
Deliciosa su relación con Pablo Picasso, como el padre/abuelo que nunca tuvo,
pero que también le fue arrebatado de un tirón, causándole otra cicatriz en el
alma, se ve que nunca curada.
Lástima, tengo que decir, que los
últimos capítulos del libro, una vez que cumple los catorce años y pierde la
virginidad instigado por su padre, la caótica vida sexual de Miguel pasa a ser
un protagonista casi principal. Y, sinceramente… es muy desagradable y
complicada. Todavía no me he aclarado si es homosexual o no. Probablemente, él
tampoco.
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