Cuarta novela protagonizada por el ex-inspector de
la Ertzaintza Unai López de Ayala, alias Kraken. En esta ocasión se tendrá que
meter de lleno en el mundo de los bibliófilos. El detective recibe una llamada
telefónica en la que alguien le amenaza con matar a su madre, a menos que
Kraken localice en una semana el libro negro de las horas de Sancha de Navarra,
una joya bibliográfica cuya existencia no está demostrada. Claro que Unai no
entiende: su madre falleció hace cuarenta años. Pero el grito que escuchó de
fondo, durante la llamada de teléfono, “¡No, hijo mío!”, le estremeció…
Autora: Eva GARCÍA SAENZ DE
URTURI – Editorial: PLANETA. Barcelona, 2022– Páginas: 384 – Género: Thriller –
Público: General
A bombo y platillo ha presentado
PLANETA el último libro de una de sus novelistas modernas más exitosas, Eva
García Sáenz de Urturi (Vitoria, 1972), que recibió el famoso premio de su
editorial en 2020, con la novela histórica Aquitania, que ya reseñamos en
su día. Esperan mucho de esta nueva novela, quizá porque nuevamente protagoniza
la historia el personaje de Kraken, el sufrido ex - detective de la Ertzaintza
del que ya se trata en El silencio de la ciudad blanca, novela que se
convirtió en best-seller en 2016 y en película en 2019. Otras dos novelas con
el mismo protagonista formaron lo que hasta ahora se vendía como trilogía. Ya
ha dejado de serlo.
La novela se sitúa en Vitoria, en
mayo de 2022 (no sé por qué en esa fecha; quizá por asegurar que ya no hay que
llevar mascarilla, o que no estamos bajo los efectos de la pandemia). Unai
López de Ayala, alias Kraken, sigue trabajando como perfilador para la
Ertzaintza. Pero recibe una sorpresiva llamada a su teléfono: o en el
transcurso de siete días consigue y entrega el indicado Libro Negro de las
Horas, o su madre morirá. Pero la madre de Unai había fallecido en el parto
de su hermano, hace cuarenta años. ¿Qué amenaza es esa? Al mismo tiempo, le
llama la Policía Vasca para que les ayude a investigar el asesinato de un
conocido librero de Vitoria.
La trama nos llevará desde
Vitoria a Madrid, ida y vuelta, y nos mete de lleno en el mundo de los
bibliófilos, los incunables, las ediciones originales, los prínceps, los
incunables… y también las temidas falsificaciones, porque tratándose de libros
raros y que se venden a precios altísimos, también aparecen estafas de cuando
en cuando. La autora se ha documentado
en condiciones para meterse en ese mundo (la bibliografía del final es de lo
más completa), y sale airosa del reto. Y lo que es mejor, consigue que el
lector lego en la materia pueda leer la novela sin dificultad. Porque no es una
novela homenaje a los libros, en mi opinión: es una novela policíaca más que
digna, que transcurre en ese mundo especial y específico, bastante cerrado y
endogámico.
La historia avanza a muy buen
ritmo, aunque algunos avances en la investigación son muy poco originales, o
demasiado casuales (deja mucho que desear la forma en que Kraken descubre quién
puede ser el verdadero “malo” del libro). Hay una historia paralela que avanza
al mismo tiempo, pero transcurre en 1972: una niña abandonada en un convento,
que resulta ser una verdadera genio de la pintura… Una historia difícil, pero
que va aclarando aspectos de la historia. Pobre Kraken, las va recibiendo de
todos lados y de todos los colores…
En resumen: el libro está muy
bien, aprendes muchas cosas sobre los libros antiguos y sobre ese mundo. Quizá
eso es lo mejor de la novela. Porque la verdad es que la trama de investigación
no es la más original ni está, en mi opinión, bien resuelta. Esperaba más,
sobre todo con el despliegue de publicidad que puso por delante la editorial.
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