Narración en primera persona de un joven sin apenas oficio ni beneficio, que se va encontrando con diferentes personas, las cuales pueden cambiar la vida de los demás, hacerla posible o imposible. El egocéntrico que se va a estrellar en los negocios porque no escucha a nadie, al tiempo que hace difícil la existencia a quienes le rodean; el anciano continuamente enfadado con el mundo, con el que es imposible convivir; o el hombre generoso, que le hace ver la alegría de la amistad y del amor.
Autor: Santiago LORENZO – Editorial: BLACKIE BOOKS. Barcelona, 2022– Páginas: 192 – Género: Costumbrista – Público: General
Honestamente, no le encuentro
demasiado sentido al éxito que Santiago Lorenzo (Portugalete, 1964) está teniendo
en la publicación de sus libros. A no ser que sus ventas estén basadas en lo especiales
que son sus títulos, su tema o su autor. Que todo podría ser. Y, hasta cierto
punto, lo entiendo.
Es Santiago Lorenzo un personaje
de los que quedan pocos: un hombre con muchas ideas en la cabeza y formas de
comunicarlas muy diferentes. Lo intentó al principio con el cine, yendo contra
lo oficial (y estrellándose), produciendo sus propias películas. Estudió imagen
y guion, fabricó escenografías, hizo teatro… Siempre con un éxito muy relativo
(uno de sus cortos, Caracol, col, col, ganó un Goya al mejor corto de
animación; categoría de poco calado). Una vez que se dio cuenta del todo de que
el cine en España era un mundo corrupto como el que más, decidió manifestar sus
ideas de otra manera, y empezó a publicar, primero lo que consideraba que eran
guiones (en 2010 Los millones), también algo de teatro (Los
huerfanitos, 2012)… Consiguió su primer éxito de ventas con Los
asquerosos, en 2018, y a rebufo de ese éxito publica en 2022 este Tostonazo.
Madrid, en cualquier momento de
este siglo. El protagonista, que narra en primera persona, es un vago redomado,
que no quiere estudiar ni sabe qué hacer con su vida. Gracias al destino, o a
lo que sea, consigue trabajo en la producción de una película con un guion interesante,
pero en la que la productora ha entregado la gerencia de la filmación a un
insoportable que, en el fondo, se está cargando el trabajo de todos. Cuando
acaba la película el protagonista se traslada a Ávila, para cuidar de su tío,
un hombre mayor y amargado. En la ciudad amurallada conoce a otras personas,
que darán distintos colores a su vida en los siguientes años.
Es difícil hacer una sinopsis de
los libros de Santiago Lorenzo, porque son alegorías, símbolos. En este caso,
Santiago Lorenzo quiere hacer una clara crítica de algunos tipos sociales, individuos
que nos encontramos por el mundo, como se los encuentra el protagonista de la
novela, que podrían dar luz pero dan sombra, que trasladan su pesimismo
existencial, o bien se desviven por ayudar a los demás, aportando a la sociedad
casi sin darse cuenta. Claramente lo vemos en el caso del egocéntrico del cine,
que hunde a todo el mundo porque es incapaz de mirar fuera de su ego. Pero el caso
del tío abuelo, que hace la vida imposible debido a que él mismo no puede ser
feliz, o no sabe quizá, y por ello impide que los demás lo sean… Son personajes
negativos, a los que el autor critica con dureza y motivos. Hay otros
personajes, su amigo el americano por ejemplo, que son luminosos, muy positivos,
que suman en la vida de cualquier persona.
Santiago Lorenzo es un crítico.
Es, como persona, alguien que está de vuelta de casi todo; y eso es algo a
tener en cuenta cuando lo lees. Pero no es un crítico de los que caen mal por
exceso, por criticismo; es alguien positivo, y eso se agradece. Sí, es muy
original; inventa palabras que se entienden, a base de unir otras, o normativizando
sonidos, es muy original si te gusta la lingüística (aunque quede a un paso de
lo pretencioso, a veces). Tiene toques ácidos… Pero sus libros no caen mal a
nadie. Aunque a mí, personalmente, me gustó más el anterior (¡qué títulos, por
Dios! Los asquerosos, Tostonazo…).
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