Cora es una joven que está a punto de convertirse
en oncóloga. El primer día de prácticas sufre un ataque al corazón, y los
médicos le informan que necesita con urgencia un trasplante. Finalmente llega
el órgano compatible, y salva su vida. Agradecida, decide conocer a la familia
del donante. Margaret, la madre del joven Charlie, invita a Cora a pasar unos
días en el pueblo del muchacho, Steelville. Un lugar pequeño, pero que esconde
muchos secretos, como poco a poco va descubriendo Cora. Tanto de la vida de su
joven donante, que tenía la enfermedad de los huesos de cristal, como del resto
de la familia, también el hermano de Charlie, Jack, sargento de policía.
Autor: Javier CASTILLO – Editorial: SUMA. Madrid, 2022–Páginas: 488 – Género: Thriller – Público: General
La novela se publica casi al
tiempo que esa serie basada en una de sus novelas, con el mismo título, La chica
de nieve. José Coronado, Milena Smith y otros consagrados autores patrios dan vida a los personajes del libro, y según parece Netflix se está haciendo de
oro. Con factura totalmente española, que se emite en varios países, yestá recibiendo críticas
muy buenas. A día en que escribo esta reseña ha entrado enel Top 10 de
series más vistas de la plataforma en 77 países, y de número 1 en otros 27. No
he visto la serie, pero sí he leído y reseñado el libro hace un
par de años.
Javier Castillo se está
convirtiendo en un maestro del género thriller. Sabe como pocos establecer vínculos
imposibles, construir historias, y dejar al lector con la lengua fuera después
de cada capítulo. El problema está en que es difícil explicar la trama sin adelantar
cosas que no deberíamos contar… Esta novela nos sitúa en Estados Unidos, en el
año 2017. Cora es una joven médico a punto de iniciar su especialidad en
oncología (su padre había muerto de cáncer unos años antes, y el dolor impulsó
a la muchacha a estudiar e investigar contra la enfermedad). En su primer día
de prácticas le da un síncope, y en el hospital descubren que tiene una grave
enfermedad congénita, oculta durante demasiado tiempo, y necesita un
urgente trasplante de corazón. Por suerte para ella, éste llega en el último
momento. Muy agradecida, quiere conocer a la familia del donante. Un día, la
madre del muchacho aparece, e invita a Cora a pasar unos días en su pequeño
pueblo…
Este comienzo son unas pocas páginas del libro. Quizás algo extrañas (a mí me parece que le sobra el pequeño prólogo, pero es cierto que te pone a tono con el resto del libro); digo extrañas porque son tranquilas, reposadas – que no lentas –… La llegada a Steelville enseguida se convierte en un rápido sucederse de acontecimientos, que muestran cómo un pequeño pueblo puede estar lleno de secretos, y una vida supuestamente tranquila puede ser en el fondo una tortura.
Cuando Cora llega a la pequeña
población, el autor ya no nos da un respiro. Como ha hecho en otras novelas, cada
capítulo se sitúa en una línea temporal, saltando hacia atrás al año 1998 y regresando
a 2017. Cada parte te deja con un punto de suspense que te obliga a seguir
leyendo. La narración nunca pierde la velocidad; si acaso, la va incrementando
cada vez. Javier Castillo ha aprendido mucho (la experiencia obliga), y nunca
te da sensación de engaño: es cierto que el suspense se va elevando, que es
difícil aclararse con lo que pasa hasta casi el final…
Quizá los finales de las novelas
continúan como (esto es una opinión muy personal) unas asignaturas pendientes de
Javier Castillo; nunca me resultan satisfactorios, para el nivel de las novelas
que escribe, que también literariamente escalan posiciones (alguien lo ha
calificado como el Stephen King español, en una opinión que creo demasiado
entusiasta). Pero es sólo el epílogo. Y confío en que este último detalle no os
desanime de haceros con la novela, y que la disfrutéis tanto como yo.
Comentarios
Publicar un comentario