El que durante más de veinte años fuera una de las personas más cercanas a San Juan Pablo II, Joaquín Navarro-Valls, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, dejaba constancia en notas personales de sus experiencias en el trabajo y su relación con el Santo Padre. Una vez que Benedicto XVI aceptó su renuncia, comenzó a ordenar esas notas y escribirlas, con la idea de que posiblemente pudiera publicarse un libro, aunque siempre tuvo un gran pudor al respecto, porque no quería ser protagonista. Anotó que esas notas podrían publicarse después de su muerte, “en el caso de que interese al alguien”. El autor falleció en Roma en 2017, y finalmente esas notas ven la luz, desvelando detalles humanos del papa polaco.
Autor: Joaquín NAVARRO-VALLS – Editorial: ESPASA LIBROS. Madrid, 2023– Páginas: 640 – Género: Historia – Público: General
A nivel personal, tengo que decir
que tuve la INMENSA suerte de conocer personalmente a Joaquín Navarro-Valls
(Cartagena, 1936 – Roma, 2017) en el año 2014, cuando él ya estaba trabajando en
esas notas, había dejado la portavocía de la Santa Sede años atrás, y se
dedicaba a la promoción de la Universidad Campus Biomédico de Roma. Hablar con
él era una experiencia maravillosa: un hombre que estaba informado de
primerísima mano sobre los acontecimientos más importantes de nuestro tiempo, y
que contaba las cosas con una sencillez que desarmaba. En el tú a tú era una
persona cercana, con gran atractivo personal, y una inmensa admiración por el
que fue su jefe tantos años, Juan Pablo II. Ese mismo año había sido la
canonización del Santo Padre. Le pregunté a solas si se había emocionado
durante la ceremonia, y me contestó con toda sencillez que no, porque ya sabía
que antes o después este Papa iba a ser canonizado, porque él personalmente
había tocado su santidad, que le salía por todos los poros del cuerpo.
Pero no estoy aquí para hablar de
mi experiencia personal, sino para comentar levemente el libro que acaba de
publicar ESPASA LIBROS, que son las notas que iba tomando en sus cuadernos
personales el portavoz de la Santa Sede. Un hombre que fue cercanísimo a esa figura
eximia que fue San Juan Pablo II, que para muchos de nosotros fue un papa
cercano, que duró muchos años, y al que le vimos viajar por el mundo.
Navarro-Valls no solamente fue el Director de la Oficina de Prensa de la Santa
Sede, sino sobre todo un hombre de gran categoría intelectual (era doctor en
Medicina, psiquiatra, y periodista), que decidió que para hacer bien su trabajo
tenía que estar siempre muy cerca del Papa. Compartió con él no sólo los viajes
pastorales, sino el día a día. Le acompañaba en sus vacaciones en la montaña,
cenaba con él con mucha frecuencia, le atendió a veces como médico en algunas
cuestiones, comentaba con él y con los secretarios del Santo Padre – sobre todo
con Stanisław Dziwisz, don Estanislao para los españoles – todo lo relacionado
con la forma de comunicar las ideas del Papa, y también, por esa amistad, otros
aspectos del día a día.
Finalmente, sus notas salen a la
luz, con el apoyo de su hermano Rafael y de la Facultad de Comunicación Social
e Institucional de la Universidad de la Santa Cruz, a quien legó sus notas, y
que se encargaron de terminar de dar forma a lo que había escrito.
Las 640 páginas del libro se leen
de un tirón, pero son lo que son: notas personales, cuyo orden es
exclusivamente el cronológico. Veremos las reacciones del Santo Padre ante
distintos problemas mundiales – la crisis de Kosovo, la caía del telón de acero
–, los problemas en el seno de la Iglesia, y los achaques de salud que le iban
mermando sus facultades. Nos emocionaremos con sus periodos de descanso en el
monte, con su dolor ante los problemas del mundo… Quien tenga buena relación
con Dios también verá al hombre santo que dedicaba horas a la oración, muchas
veces robándolas al sueño, y que a la vez dormía como un bendito porque dejaba
el timón de la nave de Pedro al Señor. Y vivía entregado a la Santísima Virgen,
que le protegió de forma tan clara en el atentado del año 8.
No es un libro de consulta. No
hay grandes descubrimientos ni información especial. Sólo los recuerdos de un
hombre bueno en presencia del gran Juan Pablo II. Unos recuerdos muy hermosos,
que emocionarán a más de uno.
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