Martin Hill es un joven británico, hijo de madre francesa. Sus padres se han separado recientemente. Su padre trabaja en la industria del cine, e inscribe a Martin para el casting de Harry Potter. Al final sólo hay dos actores que pueden interpretar al protagonista, pero finalmente eligen a Daniel Radcliffe, porque tiene “ese algo extra” imposible de definir. La vida de Martin, aunque aún es un niño, quedará marcada por este rechazo para siempre. Sobre todo porque toda su infancia tendrá que estar soportando que cada poco tiempo sale un libro de la saga, y cada dos años una película, que serán éxitos de crítica y público, y un clavo más en la cruz del joven Martin, que cada vez más considera que su vida es un fracaso.
Autor: David FOENKINOS – Editorial: ALFAGUARA. Madrid, 2022 – Páginas: 224 – Género: Novela costumbrista – Público: General
Mi amigo Enrique, con quien
coincidí este verano, me aconsejó vivamente esta novela. Tengo que reconocer que
el planteamiento se me hizo atractivo: ¿qué pudo haber sido del muchacho que
estuvo a punto de ser escogido para protagonizar la saga de Harry Potter? Porque
la vida de Daniel Radcliffe todos la conocemos bien, y ahora es un actor con
cierto éxito.
Antes que nada, tengo que decir
que nunca había leído nada de Foenkinos (París, 1974), pero sí que es un
escritor muy conocido y querido en el país vecino, premiado en múltiples
ocasiones con los galardones más renombrados. Su novela más conocida puede que
sea La delicadeza, también llevada al cine. Desde luego con ésta que reseño
ahora me ha ganado como escritor. Porque es un poco agobiante, pero reconozco
que lo he pasado muy bien.
En la novela, primero nos presenta
a una pareja, él inglés, ella francesa, que se casan muy enamorados y envueltos
en una nube de ilusiones. Fruto de ese amor nace Martin. Pero el matrimonio
tarda poco en desmoronarse, porque no persiguen las mismas cosas. Es ella la
que se traslada a Francia. Martin y su padre se quedan en Londres, donde él ha
empezado a trabajar como utilero en una película que se está rodando. Allí, un
día que le acompañaba Martin, acierta a pasar el que será productor de las
películas de Harry Potter, que se queda fascinado al ver la semejanza del niño
con el personaje que soñaba. Inmediatamente le apuntan al casting, lo que le ilusiona
grandemente, pese a que sabe que es una posibilidad nada más… Finalmente la
decisión queda entre dos muchachos… Y se elige a Daniel Radcliffe. A partir de
ahí, la vida de Martin va cuesta abajo. El fracaso le golpea con dureza, y no
es la única pésima noticia que recibe en poco tiempo.
La amargura del joven, que es profunda,
para el lector tiene a ratos tono de comedia. Claro, el pobre niño tiene que ver
cómo la película es un éxito absoluto, y cómo, año tras año, se van publicando
los distintos tomos de la saga, y todo el mundo habla de ellos. Pero el niño,
después adolescente, después joven, se hunde en una depresión de la que no
tiene argumentos, o instrumentos, para salir. Su madre está muy perdida con su
educación, no sabe qué hacer. Es muy duro ver la evolución del muchacho, que va
haciendo cosas bien en su vida, pero sigue teniendo una continua sensación de
fracasado.
La novela es corta, y se deja
leer. Es un drama, eso es verdad, y el final puede gustar o no, pero es muy
redondo. Es, en mi opinión, un tema muy interesante, dada esta situación de las
generaciones actuales incapaces de gestionar un supuesto fracaso, que las
cuidamos como si fueran de cristal. Es, en realidad, una triste historia sobre
la incapacidad de administrar las dificultades. Y con un buen final.
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