Finalista del premio
Planeta 2023.
Novela sobre la vida
de Alejandro Magno, como despreciado al principio por su padre Filipo,
amedrentado por su madre Olimpia, y luego tocado por los dioses, como hijo de
Zeus, cuando se erige en conquistador de lo que sería su imperio. Escoltado por
sus fieles hetairoi, primero buscará vengar la muerte de
su padre, después conquistar el imperio persa de Darío, y de ahí continuar
llevando la libertad a todos los hombres, como valor griego para todo el mundo.
Pero en toda su historia, hasta que se convierta en leyenda, deberá pelear ante
todo consigo mismo, con sus dudas e inseguridades, que le llevan a sufrir cada
victoria en combate.
Autor: Alfonso GOIZUETA – Editorial: PLANETA. Barcelona, 2023 – Páginas: 608 – Género: Novela histórica – Público: Adultos
Empecé esta novela con gran
ilusión, para ver qué mostraba ese jovencísimo finalista del Planeta 2023.
Alfonso Goizueta (Madrid, 1999), a sus veinticuatro años, ya tiene un prestigio
ganado como historiador, es doctor en Relaciones Internacionales, y además es
cofundador de un pódcast. Había escrito dos ensayos y una novela. Y con esta ha
llegado a casi lo más alto a que se puede aspirar en la literatura en
castellano. Todo un carrerón. Y atreviéndose con un personaje tan conocido y
mítico como Alejandro Magno.
No voy a decir que la novela es
un fracaso, pero desde luego es manifiestamente mejorable en muchos aspectos. No,
no me gustó. Me aburrió bastante, la verdad.
El autor intenta en este libro
hacer un acercamiento al rey griego diferente del mítico al que estamos acostumbrados,
un rey conquistador con afán de gloria, tocado por los dioses y victorioso en
todo lance. Informa en el final del libro que la visión que tenemos de Alejandro,
en verdad, nos llega de la mano de los cronistas romanos trescientos años
después de la vida del Magno, e indica de la cierta tendencia a idealizar a los
personajes históricos que se tenía en la época. Y prefiere por ello mostrarnos
un Alejandro más pegado a la tierra, más humano, más real, un Alejandro (dice
el autor) que será familiar para todos los seres humanos a los que, como a
él, abruma la vida; lo largo y a la vez lo corto, lo ancho y a la vez lo
angosto, que es su camino. Está bien, es una visión diferente del mismo individuo;
pero le ha salido un Alejandro millenial.
Alejandro era aún apenas un
adolescente cuando su padre Filipo fue asesinado delante de él. Recibe la
corona de Macedonia cuando su padre aún no había conseguido todo lo que se
había propuesto. Muy pronto deja a su madre al mando de la ciudad y parte en
busca de los asesinos de Filipo; en el fondo, bien lo sabe, huye de la compleja
relación que tiene con su madre. Desde el primer momento el autor nos muestra
un Alejandro apocado, sin espíritu, apoyándose siempre en sus heitaroi, los
(según esta novela) cinco soldados que su padre había puesto a su lado desde su
nacimiento. Y el autor se deja llevar por la peor leyenda de Alejandro, porque
convierte a uno de ellos, Hefestión, en su amante y amado. Alejandro, en la
novela, tendrá relaciones sexuales con este general y con Bagoas, un eunuco
intrigante.
Honradamente, a mí me cuesta creer
que el conquistador de reinos, uno de los más grandes de la Historia con
mayúscula, fuera ese apocado pelele que nos pinta Goizueta. En cada una de sus
batallas vence gracias a la suerte, y sus mejores hombres dudan continuamente
de él, pero le siguen ciegamente. Vive acomplejado por su dominante madre, y le
busca una sustituta en cuanto tiene ocasión. Sus relaciones con los demás son
demasiado simples, y su vida sexual activa, pero sin que llegue a conocer el
amor, aunque parece que de fondo su corazón pertenecía a Hefestión. Entiendo
quizá que un joven de veinticuatro años imagine un Alejandro de esa edad como
un ser inseguro y a medio hacer; pero en esa época las personas maduraban
antes, porque también morían más jóvenes; así que no me creo a este Alejandro.
El libro me parece un buen intento,
solamente eso. Me aburrí un poco leyéndolo, la verdad. No lo recomiendo.
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