En el Madrid de los años 1940 a 1945, en una ciudad y país que está tratando de recuperarse de los estragos de la Guerra Civil recién resuelta, un grupo variado de personas intentan recuperar su vida normal, mientras observan de reojo los acontecimientos de la Guerra Mundial en marcha. Por ejemplo, Eloy y su hermana Cristina tratan de salir adelante con su hermano en la cárcel y su madre en cama por los disgustos; a Basilio le acaban de quitar su empleo como profesor universitario por la reciente depuración de no afectos al régimen actual. Valentín, que fuera comunista y ahora quiere congraciarse con el régimen, acusando a todos sus antiguos colegas. Distintos personajes, con distintas profesiones y circunstancias personales, tratando de salir adelante.
Autor: Ignacio MARTÍNEZ DE PISÓN – Editorial: SEIX BARRAL. Barcelona, 2023 – Páginas: 704 – Género: Costumbrista, histórica – Público: Adultos
Me lancé a leer esta novela
porque, desde su publicación, había ascendido muy rápido en la lista de libros
más vendidos. Estar en esa lista no es sinónimo de nada especial, porque ahí
arriba suelen aparecer los libros de personajes famosos con menos cerebro que
páginas, pero también se encuentran libros de gran calidad. No me cabe duda de
que éste lo es, es un gran libro. Aunque a mí no me ha gustado especialmente.
Hay que empezar reconociendo a su
autor, Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960) como un escritor con bastante
recorrido, que publicó su primera novela en 1984, que ha sido galardonado con
el Premio Nacional de Narrativa, y que además ha sido guionista de algunas
películas de cierto renombre. Su sello editorial es de primera línea de la
narrativa en castellano. Es, por tanto, un autor de cierto prestigio. Esta
novela se presenta como una historia coral que transcurre en la España de
posguerra. Aunque no deja de ser un poco maniquea: por regla general, como
tanta novela que habla de esa época, nos muestra lo malos que fueron los ganadores de la
contienda, si bien reconoce que el pueblo madrileño se alineaba con ellos.
Comienza la novela a la vez que
finaliza la Guerra Civil, y nos muestra un elenco de personajes que hacen lo
que pueden para tener qué llevar a la boca en la nación famélica que quedó de aquella contienda. Así conoceremos a los protagonistas principales: Eloy y
Cristina forman parte de una familia republicana, uno de cuyos hermanos murió
en la guerra, otro está detenido, y la madre es incapaz de salir de la cama por
los disgustos. Valentín fue comunista, pero antes de que acabara la guerra se “cambió
de chaqueta” a cambio de un plato de lentejas, y ahora es policía dedicado a
luchar contra los comunistas. Basilio, que es el padre de la novia de Eloy, es
un profesor universitario intentando recuperar su plaza, ya que le han
prohibido dar clase mientras se estudia su expediente por alguna afiliación anterior.
Y también está Alicia, amiga de Cristina, que trabaja en un cine.
A estos personajes principales se
van adhiriendo otros, dentro del relato propio de la novela. Es aquí cuando a
mí me empezaba a dar una cierta dentera, porque parece – a mí me parecía – que los
rojos eran “los buenos”, por así decirlo. El autor recoge el
duro trabajo de algunos de sus personajes en su lucha porque Franco se retirara
y dejara paso de nuevo a la República, y al mismo tiempo deja de manifiesto que
las actuaciones de las guerrillas antifranquistas, el famoso “maquis”, fueron
de una violencia desaforada, a menudo tomando la justicia por su mano,
castigando a personajes por venganzas personales, las más de las veces
desmedidas y sin razón de ser. Es cierto que es un error juzgar las actuaciones
históricas con criterios actuales, porque sería injusto; y el autor aquí no lo
hace, gracias a Dios.
Le ha salido una novela
interesante, dura también, que no tiene tampoco un final, ni quiere juzgar a
nadie. Se le ve un poco el plumero al autor, pero un poco. Y se ve que la
historia está bien documentada y preparada. Una novela difícil de leer, pero
interesante.
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