En un pequeño centro social de barrio, situado en un edificio anejo a la escuela de primaria, hay una pequeña biblioteca que administran dos mujeres, una chica joven y una mujer de mediana edad. Cuando alguien acude a pedir consejo sobre un libro, la mujer mayor teclea en su ordenador e imprime un listado con los libros que le han pedido, y siempre añade uno más, que finalmente le cambia la vida al lector. Cada capítulo del libro narra la historia de un personaje y su relación con la biblioteca, y el extraño libro prestado, con el que acaban teniendo una cierta visión de su futuro que les ayuda a ser mejores. Y con cada libro entrega también una pequeña figura de fieltro, como regalo, que también estará ligado a las siguientes decisiones del lector.
Autora: Michiko AOYAMA – Editorial: PLANETA. Barcelona, 2023 – Páginas: 304 – Género: Costumbrista, autoayuda – Público: General
¡Qué libro más bonito, por Dios!
¡Cómo lo disfruté! Y es una tontería, lo es, porque no lo calificaría más que
como un cuento para adultos. Y quizá por eso, por esa sencillez, por esa alma
desnuda con que lo narra, como un dibujo de niño, suave, fácil, que te
acompaña sin estridencias, es por lo que esta novela merece la nota más alta.
Todo un descubrimiento.
Su autora, Michiko Aoyama
(Saitama, Japón, 1970), fue periodista y corresponsal en Sidney, hasta que
regresó a Japón para trabajar de editora en una revista, y poco después decidió
dedicarse a escribir a tiempo completo. Esta que he leído es su segunda novela,
que fue finalista del Premio de los Libreros en su país, y después se ha publicado
en medio mundo, con más de trescientos mil ejemplares vendidos y traducción a
veinte idiomas. Pues creo que cada uno de ellos merece la pena.
En un barrio de Tokio, pegado a
la escuela de primaria, hay un pequeño centro social, donde se imparten
distintos talleres gratuitos para los vecinos de la zona. Y en el mismo local
hay una biblioteca, de la cual es el alma una inmensa señora de mediana edad,
la señora Komachi. En efecto, cuando alguien viene a pedir un libro sobre
alguna materia determinada, la señora le entrega una lista con los libros que
quiere el solicitante y la estantería donde encontrarlos, y añade de su cosecha
un libro más, que no tiene nada que ver, que en principio ni siquiera le
interesa al asombrado peticionario; y junto con el libro, una pequeña figura de
fieltro, afición de la señora Komachi. Resultará que el libro suplementario
cambiará la vida de su lector, por lo demás a veces triste y desganada.
Cada capítulo de esta historia es
como un relato corto, con la vida de cada persona que acude a por libros. Un
hombre recientemente jubilado que no sabe qué hacer con su vida, una chica que
trabaja en unos grandes almacenes, un hombre de treinta años sin oficio ni
beneficio… Todos ellos deciden cambiar su vida – ojo, no hay milagros,
simplemente casualidades, ganas de mejorar, o ven lo que en sí mismos deben
cambiar lograr una vida mejor. El nexo de unión de cada capítulo será que todos
pasan en algún momento por la biblioteca, pero al final de algunos capítulos
interactúan los diferentes personajes.
Es casi un libro de autoayuda en
forma de fábula. Habla, sí, del poder de los libros y de la literatura, su capacidad
de cambiar vidas aprendiendo de los errores, y cómo ayudan a pensar a las
personas, para que éstas a su vez puedan tomar decisiones. Y también – es lo
que más me ha gustado – muestra cómo la vida de cada uno también puede influir
en la vida de los demás. Recuerda, en uno de los últimos capítulos, el viejo
cuento oriental del hilo rojo, según el cual entre las personas que deben
conocerse hay un hilo rojo invisible, y la sociedad no es ni más ni menos que
la unión de esos hilos. Algunos dicen que es el hilo rojo del destino; otros,
que es el hilo rojo del amor. Pero hay hilo. Y si ese hilo conduce al bien, a
la felicidad de los demás, como ocurre con los hilos que trama este libro, se
ve la vida de otra manera. Lo dicho: hay que leer este libro.
Comentarios
Publicar un comentario