Todos los años, el 16 de
agosto, Ana Magdalena Bach viaja a una isla a llevar un ramo de gladiolos a la
tumba de su madre. El primer año conoce a un hombre con el que se acuesta, y a
partir de entonces espera con ansia ese día, en el que se permite ser una mujer
infiel, cada vez con un personaje distinto. Así intenta solucionar algo el amor
ya un tanto desdibujado de su matrimonio. Al mismo tiempo que ella está siendo
infiel, sospecha que su marido también lo es, con lo que parece que está, año a
año, destruyendo la base de su felicidad familiar.
Autor: Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ – Editorial: RANDOM HOUSE. Barcelona, 2024 – Páginas: 120 – Género: Costumbrista – Público: Adultos
Sabía que esto me iba a pasar, lo
sabía. Y aun así caí en la trampa, como tantos han caído conmigo, de hacerme
con este libro y leerlo. Gabo dejó escrito que NO se publicara; y diez años
después de su muerte sus herederos dicen haberlo revisado para su publicación,
en una maniobra que me parece ha dejado en muy mal lugar a su padre, porque
este – hay que decirlo – bodrio de libro no estaba para publicar. El maestro
tenía razón. No sé si llego a tiempo de que alguien que decida comprarlo no lo
haga, pero en todo caso quiero que quede claro que lo desaconsejo totalmente.
No hay necesidad de presentar a
uno de los grandes maestros de la literatura en castellano, Gabriel
García-Márquez (Arataca, Colombia, 1927 – Ciudad de México, 2014). Reconocido
por sus novelas y cuentos, a pesar de que también escribió reportajes, críticas
de cine, discursos y memorias. Sus Cien años de soledad o El coronel
no tiene quien le escriba son de sobra conocidos por todos los amantes de
la literatura. Por desgracia, y por el paso del tiempo, falleció en México hace
catorce años. Premiado en todo el mundo, gran amigo de Fidel Castro y de otros
dirigentes similares, en España escribió para El País.
Entre sus escritos no publicados
aparecía éste, que iba a ser un cuento largo dentro de un libro con cinco
cuentos protagonizados por la misma figura, Ana Magdalena Bach, personaje que
en sí misma es muy del estilo de García Márquez: una mujer cuarentona, todavía
de cierto buen ver, insatisfecha, con dudas sobre su presente y su futuro. Una
mujer que podía ser seducida por cualquiera, o cuyo descontento le podría
conducir a todo tipo de conductas incorrectas. Pero Gabo dejó escrito que no se
publicara, porque estaba sin terminar, y porque él mismo se daba cuenta de que
la historia no alcanzaba la altura habitual del maestro.
Ay, pero – me parece – poderoso
caballero es don Dinero, y los herederos de García Márquez deben estar
queriendo aprovechar hasta el último resquicio que les haya podido dejar el
Maestro. Y sacan ahora a la luz ese cuento como si fuera una novela corta – no
lo es –, extendiendo el número de páginas para que encaje en un libro con
varias opiniones de seguidores del escritor, para quienes sería una obra de
arte hasta la lista de la compra si está escrita por García Márquez. No digo
que esta novela sea eso, pero casi.
Efectivamente, el personaje de la
mujer, aunque suene a protagonista de novelas similares del autor, está muy
poco perfilado; ni se entienden sus motivos, ni consigue que empatices con
ella. Mucho mejor tratado está el marido de Ana, aunque apenas aparece más que
en pocas líneas. Y la historia está sin terminar; pero no como la Historia
Interminable, sino que no tiene un final, más bien parece que el autor la
ha dejado de lado. Lo dicho: aunque uno pueda ser fan de Gabo, esta novela
plantea más dudas que retos, y no merece la pena, bajo mi criterio.
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