El libro narra la historia de tres familias, comenzando en 1910, pero sobre todo durante la guerra civil española, entre 1936 y 1939. El propio autor indica que su historia está basada en hechos reales, los que le contaban sus abuelos, pero el 80% es novelado.Una niña de siete años empieza a trabajar en la vivienda de un rico empresario barcelonés. Con el paso del tiempo, se enamora de uno de los hijos del empresario. Un amor imposible. Pero la joven criada queda embarazada…
Autor: Rafael TARRADAS BULTÓ – Editorial: ESPASA. Barcelona, 2020. – Páginas: 664 – Género: Literatura, novela histórica. Público: General
Confieso que no me seducía especialmente enfrentarme a una primera novela, de alguien sin formación literaria ni histórica, que además iba a escribir un relato familiar que tendría lugar durante la guerra civil española. Y es que ese periodo histórico sigue, por desgracia, siendo muy controvertido; o más bien, siendo juzgado con un gran maniqueísmo, como queriendo mantener viva la división que había entre las dos Españas, de que hablaba Machado. Y esto (Qui prodest?, ¿a quién le aprovecha?, ¿quién será el interesado en que siga siendo así?) se ve en la literatura, como en el cine, como en muchos libros de historia.
Nada de eso encontré en este libro. Más bien al contrario: el autor no manifiesta ninguna preferencia sobre un bando u otro. La novela no narra la guerra, sino la historia de unas familias durante la guerra. Y deja claro que lo peor de esa época fue la ruptura fratricida de España. También que en los dos lados había buenos y malos. Narra con claridad cómo, sobre todo al comienzo de la guerra, el bando republicano buscaba a sacerdotes y religiosos para asesinarlos por odio a la Iglesia; y cómo algunos nobles y terratenientes maltrataban a los trabajadores, de forma que a éstos casi no les quedó otro remedio que alzarse en armas cuando tuvieron la oportunidad.
Ese fue uno de los motivos que me llevó a disfrutar mucho de la lectura de esta novela. Otro motivo es que, para mi agradable sorpresa, los personajes de la novela están muy bien perfilados. No es normal encontrar eso en un escritor novel. No se puede hablar de un solo protagonista, y ninguno deja al lector indiferente. Y los hay de todo tipo: Mercedes, una mujer de rompe y rasga, que ha sufrido muchísimo y parece muy dura pero tiene un gran corazón; Montse, monja de clausura con carácter que sabe desenvolverse en cualquier situación; Antonio, al que la guerra y su situación social hicieron republicano, pero no se deja llevar y es dueño de sus propias decisiones. Quizá, por buscar un “pero”, el villano conde de Navalviento está un poco exagerado. Y echo de menos que no se haya parado más tiempo en la maravillosa Ana Argüelles, duquesa de Riosgrandes…
La novela tiene un ritmo tranquilo y pausado, ideal para ratos largos de ocio. No pierde nunca el ritmo, y tiene estratégicamente situados momentos de mayor tensión, para mantener el relato vivo. Creo que se me nota mucho que me ha gustado. Aconsejo vivamente su lectura.
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