UN OCÉANO PARA LLEGAR A TI
Novela finalista del premio planeta 2020.
Gabriele es una mujer que, a punto de cumplir
cuarenta años y ver que no ha hecho nada de su vida, recibe la peor noticia: su
madre, a la que siempre estuvo muy apegada, ha muerto de repente. Esto le
obliga a volver a su pueblo, y a tratar a su padre, al que odia. El regreso, el
trato de nuevo con los conocidos de toda la vida y, sobre todo, encontrar unas
cartas que su madre dejó escritas para leer después de su muerte, hará que
muchos de sus planteamientos vitales se tambaleen.
Autor: Sandra BARNEDA - Editorial:
PLANETA. Barcelona, 2020. - Páginas: 576
–
Género: Literatura, costumbrista
y romántica
Para ser un crítico honrado, uno
tiene que enfrentarse a las obras de la forma más aséptica posible, sin
prejuicios ni condicionamientos. A veces, alguien te comenta: "este libro
te va a gustar", o esta película... Y de tan recomendada, termina por no
gustarte. Por eso, al leer esta novela, no quise saber quién era Sandra Barneda
(por salud mental, apenas veo televisión), aunque sí leí que era una conocida
presentadora.
Bueno, pues Sandra Barneda
(Barcelona, 1975), efectivamente, es periodista, y trabaja desde hace años en
"la cadena amiga". ¿Una presentadora de esa cadena puede escribir un
libro bueno? Porque los precedentes de colaboradores de la cadena... Pues sí;
la novela merece profundamente la pena. ¿Por qué?
Es una novela intimista: lo
importante no es lo que ocurre fuera, sino lo que pasa en el interior de cada
uno de los protagonistas. La autora escribe, así, una novela profundamente
femenina, en la que te mete sutilmente en el alma de Gabriele, de su padre, de
su madre fallecida, y de otros personajes del pueblo, sencillos por fuera pero
profundos por dentro; y asistes al proceso de apertura de ojos y mente de la
joven, prejuiciosa y pretendidamente moderna, pero en el fondo amargada.
La novela, así, avanza pausada,
con calma, porque la acción, la parte vibrante, está en los distintos
descubrimientos de cada uno. Y cada lector puede admirar un personaje distinto;
para mí, el padre: no quiero contar nada del libro, pero ese agricultor
castellano, sufrido, que ama a su mujer hasta no saber qué hará de su vida sin
ella, y que ese amor está reforzado por hechos... ese personaje, me enamoró.
Pero todos, con sus virtudes y sus defectos, son memorables.
La solución final de los nudos creados
mientras avanza la novela, no sorprenderá a casi nadie; no es lo que pretende.
La intención de la autora es más bien explorar la pérdida, y cómo la afronta
cada uno. El dolor de Gabriele, o de su padre, son diferentes, aunque
desesperados. La cuñada reprocha la actuación de la difunta, que intenta
arreglar los problemas una vez muerta... Hay un cierto intento de, digamos,
responder la inevitable pregunta sobre el más allá que surge ante la muerte, al
decir que la pobrecilla había empezado a practicar el budismo; qué difícil lo
tenemos que hacer para evitar hablar de Dios.
En cualquier caso, es una novela
que disfrutarán (creo) las mujeres especialmente, pero no únicamente (a mí me
gustó mucho). De avance lento, pero constante. Muy bien escrita, y bien
resuelta. Merece la pena.
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