La inspectora Indira Ramos regresa a su trabajo en
Homicidios después de tres años de excedencia. A sus habituales problemas con
sus fobias y dificultades de trato, se une la llegada de un nuevo caso: acaban
de encontrar una pista que les lleva a localizar a uno de los asesinos más
buscados de la historia reciente de España, Antonio Anglés, que en 1992 causó
la muerte violenta de tres adolescentes en Alcasser (Valencia), dándose después
a la fuga. Por otro lado, una de las detectives del grupo de la inspectora se
ve envuelta en una muerte que le puede causar múltiples problemas,
profesionales y personales, a menos que consiga ocultarla.
Autor: Santiago DÍAZ –
Editorial: RESERVOIR BOOKS. Barcelona, 2022 – Páginas: 416 – Género: Novela
negra – Público: Adultos
No soy muy amigo de la novela
negra, aunque los que lean habitualmente estas reseñas pueden pensar lo
contrario, ya que últimamente he leído bastante de este género; es cierto, como
también lo es que en la lista de más vendidos están apareciendo muchas novelas con
estas características. En España están apareciendo auténticos maestros de la
literatura más criminal, y este autor está entre los más importantes de los
últimos tiempos.
Santiago Díaz Cortés (Madrid, 1971) es un guionista profesional de televisión, con casi treinta años de carrera y más de quinientos guiones, algunos de series tan conocidas como Hermanas, A las once en casa o El secreto de Puente Viejo. Suyo es también el guion de la película de terror Voces. Se estrenó en el mundo de la novela en 2018. Ésta es su cuarta novela, y la segunda con la misma protagonista, una inspectora de policía muy especial, Indira Ramos. Qué personaje.
Indira Ramos es una mujer de casi cuarenta años, con serios traumas psicológicos. Ha estado unos años en excedencia, en los que ha aprovechado para criar a su hija (sólo su madre conoce la existencia de la niña; ni siquiera el padre de ésta, compañero suyo en Homicidios) y recuperar un poco su equilibrio mental. Cuando decide reincorporarse a la Comisaría, su equipo acaba descubriendo, por casualidad, que uno de los criminales más buscados de la historia de España, Antonio Anglés, el autor del famoso crimen de Alcàsser, está vivo, en Madrid, y oculto bajo una falsa identidad. Enseguida es detenido, pero se comprueba que su mente criminal va varios pasos por delante de las autoridades, ya que puede resultar libre porque sus crímenes han prescrito. Indira y uno de sus compañeros, el padre de su hija, intentan encontrar la forma de que no escape impune; los demás de la Comisaría tienen que lidiar con el asesinato de un famoso arquitecto de la ciudad, en el que está más que implicada una detective de homicidios.
Antonio Anglés, que lleva desaparecido desde 1993, es un personaje dentro de la historia negra de España. Su búsqueda sigue activa, aunque la última noticia fehaciente que se tiene de él lo declara desaparecido en aguas de Irlanda. El autor de este libro construye una historia creíble de lo que pudo haber ocurrido con el criminal, hasta su aparición en Madrid. También compone un personaje muy parecido a como debió ser en la realidad el asesino: un personaje manipulador, cínico, capaz de fingir y ocultarse hasta límites insospechados.
Por eso a veces la novela, que es muy interesante, es difícil de digerir. Un personaje como ése, su pensamiento retorcido, y sus actos, consiguen enfermar a cualquier ser humano decente. Pero en eso consiste la novela negra. El autor es consciente de ello, y no es explícito en la narración, pero son comportamientos enfermos los que narra y no describe. De la misma manera, el otro asesinato, en el que está implicada la compañera detective, transcurre durante una práctica sexual algo extrema. Toda la situación es algo violenta. Y finalmente se van descubriendo distintas capas de oscuridad en varios de los protagonistas. Seguramente saldrán otras novelas con el mismo departamento de homicidios. Pero no sé si las resistirá mi estómago…
Santiago Díaz Cortés (Madrid, 1971) es un guionista profesional de televisión, con casi treinta años de carrera y más de quinientos guiones, algunos de series tan conocidas como Hermanas, A las once en casa o El secreto de Puente Viejo. Suyo es también el guion de la película de terror Voces. Se estrenó en el mundo de la novela en 2018. Ésta es su cuarta novela, y la segunda con la misma protagonista, una inspectora de policía muy especial, Indira Ramos. Qué personaje.
Indira Ramos es una mujer de casi cuarenta años, con serios traumas psicológicos. Ha estado unos años en excedencia, en los que ha aprovechado para criar a su hija (sólo su madre conoce la existencia de la niña; ni siquiera el padre de ésta, compañero suyo en Homicidios) y recuperar un poco su equilibrio mental. Cuando decide reincorporarse a la Comisaría, su equipo acaba descubriendo, por casualidad, que uno de los criminales más buscados de la historia de España, Antonio Anglés, el autor del famoso crimen de Alcàsser, está vivo, en Madrid, y oculto bajo una falsa identidad. Enseguida es detenido, pero se comprueba que su mente criminal va varios pasos por delante de las autoridades, ya que puede resultar libre porque sus crímenes han prescrito. Indira y uno de sus compañeros, el padre de su hija, intentan encontrar la forma de que no escape impune; los demás de la Comisaría tienen que lidiar con el asesinato de un famoso arquitecto de la ciudad, en el que está más que implicada una detective de homicidios.
Antonio Anglés, que lleva desaparecido desde 1993, es un personaje dentro de la historia negra de España. Su búsqueda sigue activa, aunque la última noticia fehaciente que se tiene de él lo declara desaparecido en aguas de Irlanda. El autor de este libro construye una historia creíble de lo que pudo haber ocurrido con el criminal, hasta su aparición en Madrid. También compone un personaje muy parecido a como debió ser en la realidad el asesino: un personaje manipulador, cínico, capaz de fingir y ocultarse hasta límites insospechados.
Por eso a veces la novela, que es muy interesante, es difícil de digerir. Un personaje como ése, su pensamiento retorcido, y sus actos, consiguen enfermar a cualquier ser humano decente. Pero en eso consiste la novela negra. El autor es consciente de ello, y no es explícito en la narración, pero son comportamientos enfermos los que narra y no describe. De la misma manera, el otro asesinato, en el que está implicada la compañera detective, transcurre durante una práctica sexual algo extrema. Toda la situación es algo violenta. Y finalmente se van descubriendo distintas capas de oscuridad en varios de los protagonistas. Seguramente saldrán otras novelas con el mismo departamento de homicidios. Pero no sé si las resistirá mi estómago…
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