Nerea y Kerman pasan un fin de semana de aventura
que ambos reconocen ilícita, al ser Kerman un hombre casado. Ella es una joven
ertzaina, y él, médico forense. A la vuelta sufren un pequeño accidente, y
prefieren que Nerea se vaya antes de que lleguen las asistencias, para evitar
habladurías. A la mañana siguiente se descubre el coche incendiado, con el
forense dentro, calcinado. Nerea tendrá que hacer de tripas corazón, y comienza
una investigación contrarreloj sobre esa muerte, antes de que de algún modo se
llegue a saber su relación adúltera con el médico.
Autor: Mikel SANTIAGO – Editorial: EDICIONES B. Barcelona, 2022– Páginas: 480 – Género: Policíaco – Público: General
Este no es el primer libro que
reseño aquí de Mikel Santiago, porque tengo que reconocer que es un escritor
que me gusta mucho. De hecho, este vasco (Portugalete, 1975) se ha consolidado
ya como uno de los grandes en la novela negra española actual, desde la publicación
de La última noche en Tremore Beach, para el que incluso hay proyecto de
película en manos de la productora de Amenábar.
Hace dos años publicó El mentiroso,
libro por el que le conocí, y cuya trama transcurre en el imaginado pueblo de
Illumbe, que podría ser cualquier localidad de la costa vasca. Esta novela es
la tercera que transcurre en la misma localidad; por eso hablan de la Trilogía
de Illumbe, aunque en realidad las novelas se pueden leer por separado. En la
narración que nos ocupa ahora, de vez en cuando recuerda algunas circunstancias
de novelas anteriores, pero no especialmente trascendentes para la trama
actual.
La protagonista de la novela es Nerea
Urruti, una ertzaina de mediana edad, que ha caído rendida en brazos de Kerman,
un forense del que fue compañero de clase. El problema es que Kerman está
casado, y deben mantener su relación en secreto. Por eso, cuando tuvieron un
accidente grave al regresar de un fin de semana juntos, deciden que Nerea se
vaya mientras Kerman espera la grúa. El susto llega cuando al día siguiente Nerea
se entera de que el coche se incendió poco después con su amante dentro, que
apareció calcinado. A partir de ahí, comienza la investigación sobre qué pasó
esa noche. Nerea tiene que hacer de tripas corazón, tragarse su dolor y, sobre
todo, que no se sepa que ella estuvo allí.
Llama la atención, en primer
lugar, lo bien construido que está el personaje. Conocíamos a Nerea Urruti de
los libros anteriores, pero esta vez su historia familiar, su relación con su
madre y su tío, su dolor y su angustia, su profesionalidad… crea el autor una
protagonista de las más completas que he conocido en los últimos libros. Igualmente,
los personajes secundarios son bastante ricos; es el caso, sobre todo, de sus
compañeros de la comisaría, especialmente uno de ellos…
No puedo dejar de señalar, sin
embargo, que la catadura moral de muchos personajes, y de la sociedad que
describe en general, dejan mucho que desear. Frivoliza con las relaciones en
los matrimonios, y el argumento parte de una situación de adulterio, y la
justifica de alguna manera. No se recrea en explicaciones torpes de situaciones
eróticas, pero las plantea con cierta normalidad. Entiendo que es una novela
negra, pero echo de menos personajes más amables, con una vida medianamente
normal. Quizá sea cosa mía, que me hago mayor. Pero también hay mucha gente
buena por el mundo. Se ve que en Illumbe no.
Comentarios
Publicar un comentario