El 12 de agosto de 1979, los hermanos Nicolás y Hugo y la pequeña Blanca desaparecen en una localidad del Baixo Miño. La niña aparece al día siguiente en una cesta de mimbre, pero los dos hermanos han desaparecido. Veinticinco años después, durante una excavación arqueológica, aparecen los esqueletos de los niños en una antigua tumba. Lois Lobo, periodista, contacta con Blanca y le pide que vuelva a Galicia para ayudarle en la compleja búsqueda del asesino, ya que al tratarse de un crimen que ha prescrito la policía no va a iniciar ninguna investigación. Blanca tendrá que enfrentarse a algunos fantasmas de su infancia.
Autora: Susana FORTES – Editorial: Planeta. Barcelona, 2022– Páginas: 312 – Género: Policiaco – Público: General
Susana Fortes (Pontevedra, 1959)
es una consagrada escritora gallega, hija del escritor Xosé Fortes y hermana
del conocido periodista televisivo Xabier Fortes. Ha sido finalista de varios
premios importantes, como el Primavera de Novela o el Planeta, y ganadora del
premio Fernando Lara, entre otros. También escribe en distintos medios, es
guionista… una todo terreno de la pluma.
Con esta novela se reencuentra
con su tierra. Es una historia gallega, y por ello escurridiza, y a ratos un
tanto retorcida. A ver si consigo resumir: en 1979, una niña coruñesa pasará el
verano en casa de sus abuelos, mientras sus padres intentan arreglar su
situación matrimonial, que pasa por momentos difíciles. En la aldea, junto al
río Miño, conoce a diferentes personajes, pero también pasa por una situación
traumática: una tarde sale, como siempre, con sus amigos Nicolás y Hugo. Ella
no recordará nada más: los niños desaparecen, ella es encontrada al día
siguiente en una cesta en la orilla del río… Sólo recuerda estar ingresada en
el hospital mientras distintos terapeutas intentan que recobre la memoria, para
ver si consigue dar alguna pista de lo que pudo ocurrir, que les pueda ayudar a
encontrar a los niños desaparecidos. Pero la vida sigue. Regresará a Coruña con
sus padres, crecerá, trabajará como editora en Copenhague… Hasta que un día, la
llamada de un periodista le hará regresar a la tierra donde vivió su particular
pesadilla.
El libro es muy interesante. La
verdad se va desvelando, al mismo tiempo que Blanca va recuperando sus memorias
de esos días. Se entrevista con los protagonistas de su infancia, descubriendo
que detrás de cada persona hay muchas capas, muchas historias distintas. Hay
contrabando por el Miño, algo de narcotráfico en sus inicios… El reencuentro
supone un golpe psicológico importante para la joven, que en ocasiones parece
bastante perdida. Toda esa parte de la novela es muy entretenida.
Sin embargo, algunos detalles del
libro no terminan de convencerme. Por ejemplo, la figura del periodista, Lois
Lobo. Es quien decide liderar la investigación de las muertes, sin que aparezca
con claridad qué es lo que le mueve. Se supone que es protagonista de la
novela, pero su personaje aparece muy desdibujado, de fondo, casi como si su
obligación fuera ser el protagonista de la escena de sexo de la novela (a Dios
gracias no muy explícita, pero de todo punto innecesaria). Igualmente, deja muy
de lado la vida actual de Blanca, o la influencia en su persona de todo lo que
le pasó en la infancia. No acabé de ver eso muy bien. Esperaba más, en esos
aspectos, de una escritora consagrada.
Al menos, la historia de la novela es muy interesante, tiene un buen ritmo y se deja leer. El final… No sé; para mí, decepcionante, muy decepcionante. Pero quizá es una opinión personal. Leo el final, y pienso ¿qué fue lo que pasó? No porque no lo entienda, a pesar de lo elíptico que es, sino porque no me cuadra, la verdad.
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