Asier y Joseba son dos jóvenes de alguna aldea
vasca, que viajan a Francia para incorporarse a las filas de ETA. Cuando están
allí, alojados pobremente en la granja de una extraña pareja de comunistas
franceses, llega el anuncio de la desmilitarización de ETA. Abandonados a su
suerte, y persuadidos de que la banda terrorista se ha ablandado y ha
abandonado las pretensiones de los vascos, deciden reiniciar ellos mismos la
lucha armada, constituyendo un nuevo comando que reinicie la guerra contra el
estado español. Pero los pobres no tienen nada más que su ambición de cortas
miras; ni instrucción militar, ni dinero, ni la ayuda de nadie.
Autor: Fernando ARAMBURU – Editorial: TUSQUETS. Barcelona, 2023 – Páginas: 320 – Género: Novela costumbrista, humor – Público: General
Supongo que aún tenemos todos
fresca en la memoria aquella novela que revolucionó el mundo editorial español
en 2016, Patria, sobre las dos familias vascas enfrentadas por una
situación de violencia terrorista que ni ellos mismos entendían. La novela dio
lugar a una serie también muy exitosa, del mismo nombre. Su autor, Fernando
Aramburu (San Sebastián, 1959) publicó en 2021 Los vencejos; para
entonces yo ya publicaba este Rincón, pero no quise hacer reseña de un libro
que me pareció muy inapropiado. Ahora lo intento con este reciente Hijos de
la fábula, con el que el autor vuelve a la realidad que fue ETA, que conoce bien, y que le ayudó a lograr su mayor éxito editorial. Aunque, esta vez, se acerca al tema de una forma completamente
diferente.
Nos situamos en una pequeña
población francesa, a las afueras de la cual un matrimonio de comunistas
regenta una granja de pollos, y tienen alojados a dos jóvenes vascos, Asier y
Joseba, que están esperando la llamada de ETA para que comience su entrenamiento e incorporarse a
la lucha armada. Los dos esperan su incorporación con gran ilusión e
impaciencia. Pero llega inesperadamente el 20 de octubre de 2011, y la banda terrorista anuncia
el cese definitivo de su actividad. Y ahora, ¿qué? Los dos jóvenes, tan
ilusionados como ilusos, tan entregados como ignorantes, se quedan sin
propósito en la vida. ¿Eso les va a frenar? No. Deciden montar por su cuenta
una célula armada, e iniciar su propio movimiento, ya que creen que el pueblo
vasco se siente decepcionado con la decisión de ETA, y se unirá al nuevo
comando.
La novela es, o intenta ser, una
comedia, un relato de humor. Un humor quizás un tanto oscuro, que arranca la
sonrisa del lector… con cierta vergüenza a veces, porque ironiza sobre temas
que han causado mucho dolor. La fuerza cómica de la novela son los dos
protagonistas, completos ignorantes con cuatro ideas sobre la opresión del
estado español y la lucha por los valores patrios, que les han venido de fuera
y que hacen propias. A través de ellos quedan en ridículo buena parte de los
motivos, si no todos, que llevaron a ETA a mantener tanto tiempo la lucha
armada, ya que los dos nuevos terroristas cimientan cada uno de sus actos (cada
cual más ridículo que el anterior) en principios básicos inculcados en la
banda.
Queda así una historia entretenida,
pero sin más. Creo que Aramburu no es un escritor de novelas de humor, porque Hijos
de la fábula tiene un ritmo que no termina de arrancar. Además, aunque
pocas veces gracias a Dios, utiliza el trazo grueso en algunos momentos,
como el exceso de morbo de la señora de la primera vivienda donde residen, o la
aparición de una lesbiana de la que vive otra de las protagonistas de la
novela.
Creo que el autor, pese a
reencontrarse con un tema que le llevó al éxito, no culmina en esta ocasión con
un libro redondo. Lástima.
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