El disfrute del amor auténtico, visto desde la
salud pública”, se subtitula el libro. Su autor, profesional de salud pública y
epidemiólogo, catedrático de la Universidad de Navarra y uno de los
profesionales más prestigiosos en su ámbito en todo el mundo, escribe un libro
alertando de los mayores peligros relacionados con la salud pública que los
jóvenes enfrentan en estos días: las adicciones a la pornografía y al móvil,
que muchas veces se dejan pasar porque no las consideramos tan graves como las
relativas al alcohol y a las drogas; y el sexo incontrolado, aprendido por
internet sin tener información sobre las nefastas consecuencias que provoca en
la salud física y psíquica de jóvenes… y no tan jóvenes.
Autor: Miguel Ángel MARTÍNEZ-GONZÁLEZ – Editorial: Planeta. Barcelona, 2023– Páginas: 448 – Género: Ciencia, divulgativo – Público: General
Puedo asegurar una cosa: terminé
este libro hace unos días, y por primera vez en mi vida puse un mensaje a mis
grupos de Whatsapp más cercanos anunciando que acababa de terminar este libro,
y que creía que toda persona que tuviera que ver de algún modo con los jóvenes (padres,
abuelos, profesores… en mis grupos tengo de todo) y todos los jóvenes a partir
de los 16 años deberían leerlo. No hace falta que el autor me agradezca la
propaganda que a nivel personal le estoy haciendo. Pero el libro, ahora mismo,
es necesario.
Su autor, Miguel Ángel
Martínez-González (Málaga, 1957) es un hombre muy conocido en España, sobre
todo por su trabajo como epidemiólogo y especialista en salud pública. Es
catedrático en la Universidad de Navarra, y desde 2016 también catedrático
visitante en Harvard. Saltó a la fama al tratarse del investigador más
reconocido sobre la dieta mediterránea, con varias publicaciones divulgativas
sobre el tema, como el famoso ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para
resistir, o Salud a ciencia cierta.
Ese ha sido el motivo por el que
la editorial Planeta le pidió un libro sobre problemas actuales de salud
pública, y el autor (y la editorial, todo hay que decirlo) se ha atrevido con
esta bomba directa a una industria callada que está destrozando a los jóvenes:
la pornografía.
Subido sobre todos los datos que
posee, y que comparte con los lectores – ofrece en notas al pie los lugares
donde se pueden encontrar cada información, cada estadística y cada porcentaje
que escribe, ¡y son muchos!, nos muestra cómo la industria ha ido ocultando las
nefandas consecuencias del consumo cada vez más prematuro en los jóvenes, tanto
que en la actualidad es altísimo el porcentaje de niños que declaran empezar a
consumir pornografía con 11 años. Atentos, padres, que a veces sois demasiado
inocentes. Y el consiguiente peligro en las relaciones de pareja posteriores,
porque los niños habrían aprendido el sexo a través del porno; y todos sabemos
que no es eso.
De la pornografía pasa a las
mentiras que han conducido al actual abuso del sexo. Deja a las claras que la
eficacia del preservativo, tanto cara a la transmisión de enfermedades como del
embarazo, no es ni mucho menos del cien por ciento. Relata casos duros sobre
las consecuencias, sobre todo psicológicas, en las personas que han tomado el
sexo como un entretenimiento más. Relaciona de forma directa, con datos
también, la crisis de las familias y de los matrimonios con el sexo mal
entendido; pero también los problemas de violencia doméstica o de abuso de
poder, o del aumento de suicidios entre jóvenes. Desde luego, a la industria de
la pornografía, que mueve cientos de miles de millones al año, no le va a
gustar nada lo que dice este libro…
Pero no se queda atrás cuando
trata el tema del aborto. Aparte da datos escalofriantes sobre las
consecuencias de la mentalidad abortista cada vez más extendida, niega con
datos demostrables todos y cada uno de los argumentos que los partidarios del
aborto – muchas veces pagados por las farmacéuticas – han repetido por el
mundo, hasta que son verdad admitida por todos.
A veces, leyendo el libro, me
daba el “bajón”. Esto no hay quien lo levante. Pero el doctor Martínez-González
no ha escrito un libro pesimista. Con las de arena, da las de cal; la
existencia de salmones (quien lea el libro lo entenderá) es cada vez más
frecuente. Cada vez son más las personas sin miedo a decir la verdad, sin
dejarse llevar por las modas, ni aceptar información sin conocer las fuentes.
Espero que tenga razón. Yo, por mi parte, voy a hablar del libro a todo aquél
con el que me cruce, especialmente si es padre, madre, profesor o joven
incauto.
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