En el siglo XIII, en la guerra entre los partidarios de Carlos de Anjou y Conradino, el caballero Joaquín de Blume pierde la vida. Su bella y virtuosa mujer, Blanca, lo pierde todo y, por salvar a su hijo de un año, no consigue escapar de Brindisi, quedando a merced de los abusos de los vencedores. Su hijo Roger, escapando de la pobreza, se embarca en una galera comandada por un templario, fray Vallard, en quien ve de algún modo el padre que nunca tuvo. Mientras tanto, intentará satisfacer la mayor ilusión de su madre, que siempre quiso buscar qué ha pasado con la familia que huyó tras la caída de Conradino: sobre todo con Giacomo, el hermano de Roger. Pero la situación insegura de Europa en la época le planteará problemas.
Autor: Jorge Molist – Editorial:
PLANETA. Barcelona, 2023 –
Páginas: 624 – Género: Novela
Histórica – Público: Adultos
Jorge Molist (Barcelona, 1951) es
un escritor tardío, de los que empezaron a publicar con cuarenta años, y
especializado en la novela histórica. Antes había trabajado como ingeniero
industrial por distintos países del mundo, y en 2008, cuando ya sus novelas
empezaban a venderse en condiciones, decidió dejar todo para dedicarse por
entero a la escritura. Esta novela es al menos la segunda que dedica al periodo
histórico en torno a las Cruzadas. Y, la verdad, me ha convencido lo justo.La novela comienza a principios
del siglo XIII. Distintos reinos europeos están regresando de las Cruzadas,
donde todos los cristianos luchaban para librar Tierra Santa del yugo de los
sarracenos. Pero en el camino de vuelta comenzaron las escaramuzas entre los
diferentes pueblos cristianos. En una de ellas, las fuerzas de Conradino, rey
alemán de Sicilia, fueron abatidas completamente por las del Duque de Anjou,
que deseaba recuperar ese trono para sí. Entre los caballeros que luchaban por
el rey germano estaba Joaquín de Blume, cuya familia se había quedado
esperándole en Nápoles. Las pésimas noticias llegaron de boca de los franceses,
que pusieron cerco a los alemanes en la propia ciudad. La huida tuvo que ser
necesariamente precipitada, y por un accidente la mujer de Joaquín y su hijo
pequeño se quedaron en Sicilia. Muy pronto serían descubiertos, y algunos de
los nuevos poderosos se aprovechan de su suerte para convertir a la virtuosa
mujer casi en una esclava…La novela, tengo que decirlo, es
muy violenta y desagradable. No está hecha para estómagos normales, hay que
tener la piel muy gruesa para no verse afectado. Es tremenda en el modo en que
muestra a las mujeres, sobre todo a la hermosa Blanca, que pasa a ser prácticamente
un objeto en manos de algunos desaprensivos. También dejan a la pobre dama como
un poco tonta, por pura inocencia; es en ese aspecto bastante desconcertante,
uno no espera que se defienda el machismo imperante a base de tachar de tonta a
la mujer. Ése es un planteamiento del siglo pasado, no de una novela que se
acaba de editar. No sé lo que yo mismo pensaría si fuera mujer. Además, tampoco
ahorra – es más, llega a hastiar – la descripción de los diferentes abusos
sexuales a la que es sometida la joven durante los largos años de cautiverio.
La historia, de todas formas,
está bien contada y trenzada. No es la primera novela que este autor dedica a
esa época histórica, y se ve que la tiene trabajada. Algunos protagonistas
pertenecen a la siempre polémica orden de los Templarios, y muchos de ellos no
quedan en buen lugar. No falta el fraile abusador, el mezquino, el corrupto…
No, en definitiva, no quedé
contento de la novela. Demasiada violencia gratuita, demasiada escena sexual
sin motivo… Cuando me encuentro estas cosas en una novela, siempre pienso que
se trata de adornos para tapar las vergüenzas del autor, que no es capaz de
publicar un buen libro sin echar carnaza. Aunque no afirmo que éste sea el caso. Es sólo una opinión.
La novela comienza a principios
del siglo XIII. Distintos reinos europeos están regresando de las Cruzadas,
donde todos los cristianos luchaban para librar Tierra Santa del yugo de los
sarracenos. Pero en el camino de vuelta comenzaron las escaramuzas entre los
diferentes pueblos cristianos. En una de ellas, las fuerzas de Conradino, rey
alemán de Sicilia, fueron abatidas completamente por las del Duque de Anjou,
que deseaba recuperar ese trono para sí. Entre los caballeros que luchaban por
el rey germano estaba Joaquín de Blume, cuya familia se había quedado
esperándole en Nápoles. Las pésimas noticias llegaron de boca de los franceses,
que pusieron cerco a los alemanes en la propia ciudad. La huida tuvo que ser
necesariamente precipitada, y por un accidente la mujer de Joaquín y su hijo
pequeño se quedaron en Sicilia. Muy pronto serían descubiertos, y algunos de
los nuevos poderosos se aprovechan de su suerte para convertir a la virtuosa
mujer casi en una esclava…
La novela, tengo que decirlo, es
muy violenta y desagradable. No está hecha para estómagos normales, hay que
tener la piel muy gruesa para no verse afectado. Es tremenda en el modo en que
muestra a las mujeres, sobre todo a la hermosa Blanca, que pasa a ser prácticamente
un objeto en manos de algunos desaprensivos. También dejan a la pobre dama como
un poco tonta, por pura inocencia; es en ese aspecto bastante desconcertante,
uno no espera que se defienda el machismo imperante a base de tachar de tonta a
la mujer. Ése es un planteamiento del siglo pasado, no de una novela que se
acaba de editar. No sé lo que yo mismo pensaría si fuera mujer. Además, tampoco
ahorra – es más, llega a hastiar – la descripción de los diferentes abusos
sexuales a la que es sometida la joven durante los largos años de cautiverio.La historia, de todas formas, está bien contada y trenzada. No es la primera novela que este autor dedica a esa época histórica, y se ve que la tiene trabajada. Algunos protagonistas pertenecen a la siempre polémica orden de los Templarios, y muchos de ellos no quedan en buen lugar. No falta el fraile abusador, el mezquino, el corrupto…
No, en definitiva, no quedé contento de la novela. Demasiada violencia gratuita, demasiada escena sexual sin motivo… Cuando me encuentro estas cosas en una novela, siempre pienso que se trata de adornos para tapar las vergüenzas del autor, que no es capaz de publicar un buen libro sin echar carnaza. Aunque no afirmo que éste sea el caso. Es sólo una opinión.
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