Holly Gibney es una investigadora privada. Acaba de enterrar a su madre como consecuencia del covid, cuya última mutación conocida, la Delta, está haciendo estragos. En julio de 2021 recibe el encargo de buscar a una joven desaparecida hace pocas semanas, Bonnie Dahl, de parte de su madre. Desapareció a primeros de mes, aunque han encontrado su bicicleta, de la que no se desprendía nunca. Holly comienza las investigaciones, al tiempo que lidia con sus propios problemas personales y con los que repentinamente le provoca el saberse heredera universal de su madre. Al mismo tiempo conocemos a los asesinos: una pareja de ancianos profesores universitarios, que utilizan los cadáveres como ganado para experimentos de contenido científico.
Autor: Stephen KING – Editorial: PLAZA & JANÉS. Barcelona, 2023 – Páginas: 624 – Género: Novela negra – Público: General
El mago del terror, Stephen King
(Portland, Maine, 1947) sigue, a sus setenta y cinco años, manteniendo su
idilio con la pluma y con los lectores. Es tan amplia su producción literaria
que pocos son los que pueden decir que lo han leído todo. Y muchas de sus obras
han sido llevadas al cine, con bastante éxito, aunque a veces las adaptaciones
no son muy fieles al original. Aunque el propio King ha escrito grandes
guiones, como puede ser el caso de El Resplandor, donde todos
aprendimos a tenerle miedo a Jack Nicholson, o Carrie.
En su última novela, Holly,
recupera un personaje que había aparecido en otras historias anteriores, pero
en esta ocasión, como él mismo cuenta en el capítulo de agradecimientos,
considera que merece protagonizar un libro por sí misma. Holly es todo un
carácter: una mujer que ya ha cumplido cincuenta años, con una infancia marcada
por la temprana muerte de su padre, y una madre omnipresente que no le permitía
decidir por sí misma. Así, aunque lidera un negocio con buena mano (la agencia
de detectives Finders & Keepers, más o menos “Buscadores y conservadores”,
en castellano), sigue lidiando con sus inseguridades. Una mujer desesperada
encarga a la agencia que localice a su hija de veinticinco años, desaparecida
desde hace semanas. Todo ello, mientras Estados Unidos se enfrenta a la veta
Delta del covid, del que acaba de morir la madre de la detective.
Al mismo tiempo – la novela no es
policiaca – conocemos a los asesinos: un matrimonio de ancianos profesores
universitarios, Rod y Emily Harris, que utilizan siempre la misma treta – uno
de ellos hace de inválido cuya silla de ruedas necesita un empujón para entrar
en la furgoneta – para hacerse con el ganado, como ellos mismos dicen.
Así, el primero de sus crímenes data de 2012, cuando secuestran a un profesor
universitario al que Emily odia con todas sus fuerzas.
La novela avanza a buen ritmo,
aunque es casi milagrosa la manera en que Holly va acechando al matrimonio
culpable: la cercanía de los lugares donde se cometen los secuestros. Una
investigación que lleva a cabo en pocas semanas, al mismo tiempo que aparecen
muchos personajes secundarios que pueblan la novela, sin hacerla difícil de
leer (Stephen King sabe lo que hace cuando escribe). Están los hermanos Jerome
y Barbara, a punto de convertirse en escritores de éxito, y buenos amigos de
Holly; está su socio en la agencia, enfermo de covid; la madre de la chica
desaparecida… Todas esas historias paralelas completan una narrativa de gran
calidad, que pese a la extensión de la novela te hace apetecer más.
Evidentemente, me resulta
simpático como el autor critica distintos aspectos de la sociedad americana (a
los partidarios de Trump, a los antivacunas…). No es lo más importante de la
novela, pero ahí está. Para mí, lo mejor de la novela es su personaje
principal, una personalidad llena de grietas, que casi no sabe lo que quiere en
la vida, que le reza a Dios todas las noches por sus asuntos (incluida la
divertida oración que dedica a Dios, pidiéndole que le ayude a dejar de fumar…
pero aún no). Me parece un libro genial. Y no, no es de terror. Al menos no me
lo pareció. Es un poco macabro, simplemente, el motivo por el que los Harris
secuestran a la gente, y el uso que hace de ellos. Pero el autor no se regodea.
En definitiva, lo considero muy aconsejable.
Comentarios
Publicar un comentario