Mientras hacía una excursión por Ronda (Málaga), el famoso fiscal Florián Vega resulta muerto al caer del famoso Puente Nuevo. Encargan el caso al detective Héctor Correa, de la comisaría de Málaga. Al mismo tiempo, una mujer procedente de Suecia, llamada Lisa, recala en un pueblo de los alrededores, para empezar una nueva vida después de que su marido decidiera romper su matrimonio de treinta años para irse con una alumna más joven. Pronto Héctor y Lisa se conocen, y la mujer resulta fundamental para hablar con algunos de los amigos del fallecido, que estaba casado con una mujer sueca. Aunque, con tantos casos complejos como llevaba el fiscal, no será fácil delimitar si murió asesinado o simplemente se cayó del puente.
Autora: Mari JUNGSTED – Editorial:
Maeva. Madrid, 2022 –
Páginas: 376 – Género: Policiaco
– Público: General
La escritora sueca Mari Jungsted
(Estocolmo, 1962) es una de las mujeres que pueblan el panorama literario especializado
de la novela negra escandinava. La editorial que publica sus libros, Maeva, no
es de las más conocidas, pero tiene un interesante catálogo de novela negra. Yo
la conocía solamente por su último libro, No te pierdo de vista, que me
resultó muy atractivo. Era además – lo supe entonces – la decimoquinta novela
protagonizada por el mismo detective. La que reseño actualmente es la primera
de un detective nuevo, y me atrajo porque es un policía español que reside en
Málaga.
Vamos al argumento. Comienza con
un pie en Málaga y otro en Suecia. Florián Vega es un fiscal de la Costa del
Sol, que va con su mujer y unos amigos que están de vacaciones a visitar Ronda.
Hablan en sueco, porque Florián lo domina, su mujer es sueca, y sus amigos no
hablan otro idioma. Al llegar, Florián decide hacer un plan distinto, y se
separa de los otros tres. Pero no regresa esa noche, y aparece muerto a la
mañana siguiente, a los pies del Puente Nuevo. Por otro lado, Lisa, una mujer
sueca de mediana edad, tras ser abandonada por su marido, decide poner tierra
de por medio e irse a vivir a la costa del sol. Habla castellano y se quiere
ganar la vida como traductora.
Héctor Correa es un detective de
la Policía Nacional, ya de cierta edad (tiene nietos pequeños). Es viudo, e
intenta pasar página tras la muerte de su mujer dedicando horas a su trabajo,
que le encanta. Le corresponde la investigación del asesinato del fiscal. Sabe
que no va a ser fácil: Florián Vega era uno de esos fiscales estrella, que
gustaba de ser conocido y encargarse de los crímenes más mediáticos. Si se
llegaba a la conclusión de que su muerte fue un crimen y no un accidente, será
difícil determinar con cuál de sus casos pueda estar relacionado. Pero tendrá
que empezar los interrogatorios, y primero a los suecos. Así conocerá a Lisa, recién
llegada a la zona; se encargará de la traducción en las entrevistas, aunque muy
pronto se entrega con devoción a investigar el asesinato.
La trama es entretenida, y
claramente la autora tiene mucha experiencia en este tipo de novelas. Por eso
la novela se lee bien y a gusto. Pero lo que me cautivó fueron los dos
personajes principales, Héctor y Lisa. Quizá sobre todo me pareció genial el
policía, un hombre de una pieza, tenaz, enamorado de la mujer con la que se
casó – aunque viudo desde hace pocos años. Un hombre de familia, cuyos hijos y
nietos iban cada fin de semana a comer a su casa el plato especial que él preparaba.
Un buen profesional, que posiblemente en futuras novelas se haga novio de Lisa,
porque la tensión no resuelta entre ambos va a derivar de seguro en una
historia de amor. La mujer sueca es también una madre encantadora, una mujer
que tras ser abandonada decide no dejarse llevar, sino tomar las riendas de su
vida. Aunque algunos de los giros de la trama entorno a ella son algo tramposos
y simples, en nuevas historias – ya prometidas – nos podemos encontrar con un
personaje femenino poderoso. Habrá que seguir atento a lo que publique la
autora.
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