El joven Octave de
Fonneuve llega a la casa familiar, una muy importante bodega de Borgoña, para
presentar a su esposa Aldara, con quien se ha casado en pocos días. Casi sin
dar tiempo al marqués de Fonneuve a digerir la noticia de la boda de su hijo,
éste debe presentarse en el frente, porque Francia acaba de entrar en guerra
con Alemania. Poco después Octave es detenido y trasladado a un campo de
prisioneros, y la joven Aldara, que además está embarazada, se queda en la casa
sin apoyo, por lo que tendrá que aprender por su cuenta su papel en la mansión,
mientras trata de llevarse bien con su suegro... y poco tiempo después, lidiar
con la ocupación alemana y el acoso de su cuñado Romain, que no es tan amable
ni educado como su hermano.
Autora: Carla MONTERO – Editorial: PLAZA Y JANÉS. BARCELONA, 2023 – Páginas: 584 – Género: Costumbrista – Público: Adultos
Tengo un amigo que siempre que
quedamos, me pide referencias de lo que él llama “novelones”, porque son los
que le gusta leer: grandes historias, largas, complejas, casi de dinastías…
Pues dentro de unos días cumple años, y creo que ya sé cuál va a ser mi regalo.
Porque esta novela, sin ser tan extensa, sí es un genuino novelón.
Vaya por delante que no conocía a
Carla Montero (Madrid, 1973), una mujer que empezó a escribir por afición (ella
es licenciada en Derecho y ADE), pero con su primera novela, Una dama en
juego, publicada en 2009, ganó el premio del Círculo de Lectores, y a
partir de ahí se dedicó a escribir. Sus novelas se caracterizan por tener un
trasfondo histórico, es decir, están situadas temporalmente en fechas con
relevancia en la historia de la humanidad, sobre todo relacionadas con las
guerras mundiales. Como es el caso del libro que nos ocupa.
En una Francia a las puertas de
la segunda guerra mundial, el joven Octave de Fonneuve, ya alistado, regresa a
casa de forma inesperada, para presentarle a su padre a la mujer que conoció
hace unas semanas y con la que se acaba de casar: una joven española refugiada
de la Guerra Civil, llamada Aldara. Al padre de joven, un marqués con un
importante negocio de vinos en Bretaña, no le hace ninguna gracia, pero acoge al
matrimonio. Poco después su hijo vuelve al frente, Francia es invadida por los
alemanes, y Octave es capturado y hecho prisionero. Aldara, embarazada de pocas
semanas, tendrá que lidiar con lo que le toca: ganarse el afecto de su suegro,
y conocer su papel de mujer del heredero en la mansión del marqués, en ausencia
de su esposo. Pronto los problemas se multiplican: regresa el hermano de
Octave, Romain, a quien su padre había expulsado de casa; los alemanes les
obligan a albergar en su vivienda a un oficial alemán; y su suegro se obstina
en no hacer negocios con los alemanes, lo que puede llevar a la ruina a la
bodega.
La historia es extensa, y se ve
entreverada por un tema de fondo, como es el negocio del vino. Aldara no sabe
estar mano sobre mano, por lo que decide aprender el oficio de manos de los
trabajadores de confianza del marqués. La elaboración del vino desde la
vendimia hasta el producto final, contada paso a paso, facilita los descansos
del lector en una trama donde los problemas crecen, a la vez que Aldara va
sobreponiéndose y aprender a ser, de algún modo, independiente. Porque ya no será
sólo la continuación del negocio: su cuñado parece desconocer su papel como hermano
del marido, y pretende engatusar a la joven; su suegro es terco y no quiere
trabajar con los alemanes, sin que nadie consiga que dé su brazo a torcer;
Aldara se convertirá en madre de una pequeña encantadora, pero sin tener cerca
a su marido; y los entresijos de la guerra, sobre todo en un país ocupado. Y
todo, mientras descubrimos que Aldara guarda un secreto anterior: su vida no ha
sido en realidad como se la había contado a su marido, con una historia bien
elaborada pero falsa.
Una historia fascinante, cautivadora,
muy bien narrada, con detalle y atención. Bien fundamentada en hechos reales,
que es el trasfondo de la ocupación de Francia. Hace que te enamores, si no lo
conoces, del trabajo en la bodega, y que aprecies unos caldos por encima de
otros, según lo que nos hacen ver los bodegueros. Aldara se convierte en un
personaje atractivo, que sufre, pero que tiene las ideas claras sobre lo que quiere
preservar por encima de todo: su familia y su amor a Octave, aunque pasen los
años y siga sin saber de él. El final, demasiado redondo, pero hermoso en todo
caso. Una sorpresa agradable, esta novela.
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