El 2 de julio de 2022 se
produce un robo en una joyería del centro de Ginebra. Dos atracadores, con un
plan milimétricamente estudiado. Unas semanas antes, Greg, un policía de
Ginebra, casado y con dos hijos, en plena crisis de la mediana edad, se había
obsesionado con su atractiva vecina Sophie, que junto a Árpád forman un matrimonio
ejemplar y envidiable, por su amor y su éxito profesional. Pero todo matrimonio
puede tener secretos inconfesables, que para la atractiva pareja se manifiestan
con la aparición de Fiera, un viejo amigo de ambos, que les invita a revivir una época que ya creían haber dejado atrás.
Autor: Joël DICKER – Editorial: ALFAGUARA. Barcelona, 2024 –Páginas: 448 – Género: Thriller – Público: Adultos
He leído, me parece, todo lo que hasta
ahora ha publicado el escritor suizo Joël Dicker (Ginebra, 1985), que se ha
ganado la fama de ser el nuevo “niño bonito” de la literatura europea, y que alcanzó
el éxito más rotundo cuando publicó en 2012 La verdad sobre el caso Harry
Quebet, que además dio lugar a una miniserie protagonizada por Patrick
Dempsey. Casualmente, además, mi primera colaboración en este Rincón fue
precisamente otra novela de este autor, El enigma de lahabitación 622. Y también reseñé aquí El caso Alaska Sanders.
Así que sí, este autor me gusta mucho, con él soy poco imparcial. Aunque esta
novela, con todo y ser muy interesante, no llega a la altura de las anteriores,
en mi opinión.
Como suele ocurrir con este
autor, la novela está desmembrada en capítulos que tienen distintos momentos en
el tiempo. Los que son más actuales están centrados en el día del atraco a una
joyería del centro de Suiza, el 2 de julio de 2022; y se refieren como “quince
días antes del atraco”, “catorce días antes del atraco” y así. Y el resto, va
contando la historia de los dos matrimonios protagonistas, que son amigos y
vecinos, aunque con orígenes y estatus sociales muy diferentes.
Greg y su mujer forman un matrimonio
de clase media: él es un antidisturbios de Ginebra, y ella empleada de una
tienda de ropa. Se mudan a un chalet adosado cerca de una urbanización de lujo.
Allí, en una casa espectacular, toda de cristal, viven Árpád y Sophie, un
matrimonio de edades similares pero con gran éxito profesional, él en un banco
de inversión, ella en un prestigioso bufete. Cuando Greg conoce a Sophie se
obsesiona por ella, tan hermosa, tan diferente… Empieza a observarla de lejos,
aprovechando que son vecinos y que Sophie vive en una casa transparente. Por otro
lado, en el matrimonio de Árpád y Sophie, exitoso y feliz hacia afuera, parece
que hay algunos problemas. Y está ese personaje ajeno que les vigila desde un
Opel Vectra de segunda mano…
Poco más puedo decir del argumento;
sólo que, una vez más, Dicker jugó conmigo como si yo fuera una marioneta,
llevándome a sospechar de uno y de otro, cada vez de un personaje diferente,
para dar un giro final a la novela que acaba haciendo encajar todas las piezas.
Sigo pensando que no es tan redonda como otras del mismo autor, pero el suizo
no ha perdido su toque especial. Quizá me sentí un tanto incómodo porque habla con
demasiada frecuencia y detenimiento del cuerpo de Sophie, porque es la obsesión
del policía, que le lleva a actuar de forma, unas veces desesperada, otras
irracional, por dejarse llevar por sentimientos que sabe no tienen encaje en la
realidad. Y esas situaciones me hacen sentir incómodo, porque me dan mucha
pena, sobre todo por convertir a una mujer en objeto, actitud que me resulta
odiosa. Pero, superado esto, la historia es muy entretenida, y adictiva. Merece
la pena.
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