Lana Farrar, antigua
diva del cine americano, vive en Londres con su segundo esposo, Jason, y su
hijo Leo. Decide pasar la Semana Santa en una isla griega de su propiedad, e
invita a su amiga Kate y a Elliot, un escritor con el que tiene una gran amistad.
Pronto se quedan encerrados por una tormenta, y en la isla se produce un
asesinato. Deberán esperar para que llegue la policía, que tardará, porque es
imposible acercarse debido al furioso viento. Y en la isla están solamente
ellos, con dos empleados más, Nikos y Agathi.
Autor: Alex MICHAELIDIS – Editorial: ALFAGUARA. Madrid, 2024 – Páginas: 328 – Género: Policiaco – Público: General
Alex Michaelides (Chipre, 1977)
es un autor y guionista nacionalizado americano, que saltó a la fama cuando en
2019 se publicó La paciente silenciosa, un poderoso thriller cuyos derechos para el cine
fueron adquiridos por la productora de Brad Pitt. Esa novela, desde luego, rompe
con los estándares habituales del género para presentar una historia de las que
tienen un giro final inesperado. Publicó una segunda novela, Las doncellas,
con cierta relación con la anterior. Éste es su tercer libro.
Elliot es un autor de un único
libro. Un hombre frívolo y divertido, que parece no tomarse nada en serio.
Desde el inicio es el narrador de esta historia, en la que nos va a presentar
un crimen. Su amiga Lana Farrar, antigua diva de Hollywood, decide reunir en una
pequeña isla griega de su propiedad a varias personas: su marido Jason y su
hijo Leo, Elliot, claro está, y su amiga Kate, también actriz. Durante su
estancia allí se cometerá un crimen, y la policía no puede llegar hasta la isla
por el mal tiempo, por lo que tendrán que quedarse ellos con el asesino, que
tiene que ser uno de los que están en la isla: ellos cinco, o sus dos
empleados, Nikos y Agathi, dos griegos que llevan muchos años trabajando para Lana.
A mí el planteamiento inicial me
recordó un poco a la reciente novela de Pérez Reverte El problema final, también
ubicado en una isla griega y con características muy similares, las novelas que
se suelen agrupar con el término “whodunit”, o sea, quién lo ha hecho: una
situación de grupo de personas aisladas, uno de los cuales tiene que ser el criminal.
Pero no es el caso en absoluto. Con Michaelides, las cosas nunca son lo que
parecen; es un experto en los plot twist, o giros de guion, o vueltas de
tuerca, como queramos llamarlo. Así, y sin desvelar la trama, vamos
descubriendo detalles de cada uno de los personajes, que pueden hacernos pensar
que todos tenían motivos más que de sobra para cometer el crimen.
Y como detalle diferente de la
novela, el narrador rompe la cuarta pared, y dialoga con el lector como
un amigo, llevándonos de la mano por donde quiere que se dirijan nuestros
pensamientos. A ratos esta forma de narrar la historia puede resultar cargante,
pero en todo caso es un modo de narrar diferente, al que no estamos acostumbrados,
y el resultado final es más brillante que pesado. Vamos avanzando página a
página y convencidos de la verdad de lo que nos narra Elliot, que no es un
personaje atractivo en ningún caso, con el que la novela nos hará empatizar,
pero que es retorcido como el mismo argumento.
La historia tiene, además un par
de giros de los que te dejan pegado al sillón, algunos un tanto tramposos, todo
hay que decirlo, pero que en todo caso hacen más atractiva la novela. Lo dicho,
Michaelidis tiene bastante futuro en el mundo de la literatura; quizá sea
pronto para decirlo, pero las tres novelas que ha publicado de momento tienen
bastante fuerza, y son diferentes entre sí. Merece la pena.
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